La expedición libertadora
177 de servicios es cumplido, y de la mayor parte de lo que fué antes de emprender Ja anterior campaña: ahora reclaman sus licencias fundándose en Ja promesa que V. E. les hizo antes de marchar so– bre Chile; si a estos hombres se les exige el que marchen al Perú, no dudo que con mis empeños harán sus solicitudes y en este caso V. E. se verá en el compromiso de destruir el único plantel de este cuerpo, o faltar a su palabra desentendiéndose de sus ofertas. V. E. podrá tomar el último partido en razón de las circunstancias, pero en mi concepto nada se remediará, pues la: mayor parte son de esta provincia y tienen Ja facilidad de abandonar su cuerpo en el momento en que trasluzcan el punto a que se dirigen. Esto es de te– mer porque, como he dicho, todos se han presentado pidiendo sus bajas, y yo les he prometido que las obtendrán al instante que los escuadrones se reorganicen y reemplacen la pérdida que han teni– do a la salida de Chile, que, V. E. no ignora, ha sido grande. Ade– más, está en un estado de desnudez que aflige, y tengo cuarenta y dos enfermos y cuarenta reclutas que aun no saben girar, de modo que Ja fuerza que realmente hay disponible no es compuesta sino de ciento dieciséis hombres. Es todo lo que tengo que exponer a V. E. en cumplimiento de mi deber. V. E. resolverá lo que lialle por conveniente. Dios guarde a V. E. muchos años. Mendoza, 9 de Mayo de 1819. Excelentísimo señor, Mariano Necochea. Es copia. (417) A LOS JEFES DE LADIVISION DE MENDOZA, CORONELES DON RUDECINDO ALVARADO, DON MANUEL ESCALADA Y DON MARIANO NECOCHEA En fecha 15 del pasado ha dispuesto el excelentísimo Supremo Director del Estado, que las tropas del ejército de los Andes, que han repasado la cordillera, sigan a Tucumán, en esta inteligencia
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