La expedición libertadora

190 de los amigos. No hay que perder un momento, si nuestro O'Higgins y Cochrane convienen salga Ja escuadra sin perder un solo momen– to. Si este paso no Je parece a usted bien, suspenda todo: de toda suerte Chile, con las fuerzas que tiene y la división de Mendoza, puede desafiar a Lima; si destruímos la expedición ~spañola, la América es libre. Creo que en el sigilo pende el buen éxito de todo; O'Higgins, usted y Cochrane son los únicos que deben saber y estar en el arcano. Sólo después que haya salido la escuadra, lo haré presen– te a Rondeau. Actividad, mi amigo, y el país es libre. Si el plan se verifica, va la adjunta libranza de los cincuenta mil pesos. Cuando salga la escuadrn sería muy conveniente echar la voz de que marcha a destruir la de Lima. José de San Mart1n. Tanto de los fondos que se hallan en la caja del ejército de los Andes como en esta capital. tendrá V. S. a disposición del señor Diputado de las Provincias Unidas, don Tomás Guido, la cantidad de cincuenta mil pesos a la vista. Mendoza, 28 de julio de 1819. José de San Martín. (427) Señor Diputado de las Provincias Unidas. Tengo el honor de incluir a V. S. en copia el oficio que con esta fecha paso al excelentísimo Supremo Gobierno de ese Estado, con los artículos y proposiciones que a nombre de nuestro go– bierno le hago, para que la marina de Chile marche sin pérdida de instantes a batir la expedición española que, según noticias de nuestro Supremo Director, se dirige al Río de la Plata y debe salir

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