La expedición libertadora
237 pensables, no se hace nada sin la venida de usted. No puede creer– se que esta máquina tome otro movimiento, porque de lo contra– rio no veremos recursos, disposiciones ni empeños para las difí– ciles empresas que se meditan. La relación de lo que se necesita para la otra campaña, aún está sin acordar lo que aquí conviene facilitar. En el instante de remitirla pedí particularmente una conferencia con asistencia de los secretarios, y no pudo realizarse por enfermedad del de la guerra; después he instado y siempre se ha diferido para cuando aquél se halle restablecido. Ultimamente, hace cuatro días, he re– presentado de oficio y aun no he tenido contestación. En cuanto consiga que nos pongamos de acuerdo con respecto a lo que aquí no habría dificultad en aprestar, daré a usted purítuales avisos. En cuanto a la tropa que se necesita, pronto se logrará com– pletarla, pues artillería y caballería tenemos bastante para llevar y que quede. Los cuerpos de infantería con que contamos también son suficientes, y se están aumentando con particularidad los de Chile; pues 300 reclutas que son los que hacen falta a los de Jos Andes, aunque más de mes y medio que los he pedido, aun no con– sigo ninguno. El capitán Rodríguez, de que usted me trata, servía agregado a los cazadores de los Andes, y con motivo del acontecimiento con el Coronel de mi apellido. trató de fomentar algunas inquie– tudes en el batallón y acordamos con nuestro Alvarado, que en lo más oportuno alejarlo, como sucedió, y dí cuenta al gobierno quién aprobó la resolución . He visto el anónimo remitido a usted sobre la rivalidad que se supone fomenta nuestro Guido. Sin duda alguna, es efecto de enemistad o envuelve algún otro designio del que presenta: siem~ pre ha seguido sin la menor alteración la unión y armonía en que quedamos, sin que jamás haya entendido que hubiesen tenido el más leve disgusto. También sé de positivo, que ha corrido haber venido por el último correo de Buenos Aires otro anónimo a va– rios sujetos de esta ciudad, en que se les recomienda tengan con usted mucho cuidado, porque se Je ha oído en una tertulia asegu– rar que venía resuelto a tratar a los chilenos de un modo muy distinto del que había observado anteriormente, porque estaba convencido de que eran unos malvados, etc. Estos papeles son a pluma y he entendido que se han recogido por el gobierno. Yo recelo mucho que pueda ser forjado aquí, aunque esto no está libre de ser un juicio temerario, porque no tengo datos bastantes
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx