La expedición libertadora

240 serva, y he mandado que no se toquen. Para los reemplazos de los cuerpos, se adelantará la recomposición cuando permitan los auxilios que se faciliten. De enemigos nada tenemos, ni se han moviao los que ocupan a Chillán. En el Parral se halla un destacamento nuestro, ampa– rando los patriotas que allí se han reunido. Se observa grande tranquilidad. no hay riesgo ninguno de al– teración. Si hubiese integridad, actividad y buena fe, sería todo completamente bien. El correo no parece; quedo impuesto de que me viene en él una encomienda de mi casa, por su remisión doy a u sted las gra– cias. No veo al Jefe de Estado Mayor que usted me insinuó, y es tan esencial, que sin él es indispensable hacerlo todo. La cordillera debe estar muy mala, es preciso espiarla para cuando mejore aprovecharla inmediatamente, porque con la pre– sencia de usted se adelantaría notablemente los muchos trabajos a que es indispensable ocurrir. Entretanto cuide usted muy par– ticularmente su salud y hasta otra ocasión se repite como siem– pre por su afectísimo amigo . Ba.lcarce. -o- (461) Santiago, 29 de agosto de 1818. Señor don José de San Martm. Mi amado amigo: La fragata de guerra inglesa Andromaca ha entrado el 27 en Valparaíso con veinticuatro días de navegación desde el Callao. Vienen en ella algunos de nuestros prisioneros del Perú y varios vecinos de aquí: no sé hasta ahora si conducen algunas comuni– caciones del país, ni cómo han logrado que se les traiga. Todas las noticias que quedan recibidas se contienen en la carta que

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx