La expedición libertadora
250 conformidad con 1o que usted me ha advertido. Yo no sé si en los citados puntos tienen algún objeto a qué atender. Según me dice Freire en Concepción con fecha del 12, esta– ban tres buques enfrente de Talcahuano, ignorándose cuál era su procedencia. No sé que haya novedad de importancia en ningún otro pun– to de la provincia. Consérvese usted sin novedad y hasta la vida se r epite por su amigo afectísimo. Balcarce. -0- (469) Chillán, 19 de febrero de 1819. Señor don José de San Martín. Mi amado amigo: Voy siguiendo mi regreso con trabajos indecibles. Los caba– llos que han quedado a los granaderos son esqueletos andantes y no hay absolutamente cómo remediar esta falta, por el deplora– ble estado a que el país ha quedado reducido. Hoy he llegado aquí con el designio de ver si podría mandarles algún auxilio y nada he podido adelantar. He dispuesto se apronten cuantas carretas sean posibles, para que tengan en qué llevar las monturas de los que quedasen enteramente a pie. De cualquier modo hemos de ir ade– lante hasta pasar el monte. Nuestro Alvarado y la artillería van ya más avanzados de este punto. Los granaderos estarán hoy aquí. Por San Carlos, siempre se teme sentir Ja partida del facine– roso Zapata; pienso dejar allí cuarenta o cincuenta granaderos para que la persigan. En todo lo demás de la provincia no hay novedad alguna, según las últimas noticias que me han llegado. Si no hubiese precisión de que Alvarado permaneciese en Tal– ca, pueda ordenársele que siga sus marchas hasta Rancagua. La orden que lleva es mantenerse pronto en el primer destino hasta que se le avise. Expresiones a todos los amigos, y a nuestro Guido que he re-
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