La expedición libertadora
258 en Uspa1lata. Devuelvo las comunicaciones de nuestro Belgrano, de que dirigí copia a Guido inmediatamente, advirtiéndole las pasase a O'Higgins. En mi vida he visto campaña más lenta que la que se sigue contra las montoneras, hace una porción de meses que se está ope– rando en ella, y hasta ahora no aparece un movimiento de impor– tancia. Siempre van caminando nuestras fuerzas con dirección al punto céntrico de los enemigos, y nunca llega el día en que alcan– cen a atacarlo. Nada sabemos de la escuadra, lo que nos tiene con bastante cuidado. Si su éxito no es feliz y tenemos que permanecer aquí en inanición, será para todo el ejército lo más violento que pue– da imaginarse. Mi salud sigue reparándose muy lentamente, y estoy hacien– do el mayor sacrificio en no atender exclusivamente a su resta– blecimiento: me será imposible pasar prontamente la cordillera, si es necesario, porque estoy en un estado de debilidad extraor– dinario. Los amigos dan a usted sus expresiones y lo es de usted eter– namente su afectísimo. Balcarce. P. D. - Hoy he permitido a Las Heras que como ha solicita– do que pase a esa, él dirá a usted el motivo del camprometimien– to que le exige a esta resolución. --<>- (475) Curimón, 19 de abril de 1819. Señor don José de San Martín. Mi amado amigo: Esperando el resultado de las últimas resoluciones de ese su– premo gobierno sobre el regreso del ejército, se mantienen dete-
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