La expedición libertadora
271 nuestros que se llaman don Pablo Ramos y don Manuel Pérez, tomados en Ayouma, van en clase de cabos primeros no habiendo querido para aquí la gineta para ir a ese reino en menos clase y pasarse. (3?) El batallón que comprende pardos y morenos es casi to– do tomado de leva desde veinte días antes hasta los instantes úl– timos de embarcarse. Es indisciplinado y apenas podrá hacer mal fuego; pero es de gente fuerte y hecha al trabajo, peleará con ar– dor y llegará a entusiasmarse, pues en la disposición de su áni– mo son los mejores. Mas entre ellos hay grande odio a los euro– peos españoles, y puede avanzarse mucho por la seducción, va– liéndose de los mismos de su color que sean los más ladinos y expertos, si la ocasión lo proporciona. Es para éstos, como los arequipeños, el arma blanca muy temible y no opondrán más resistencia que aquella que les inspire el conflicto, pues cuando mucho adelanten aprenderán a cargar y descargar. y no saben más que la táctica o el ejercicio antiguo. (4?) Los artilleros son muy pocos en número según en el mis– mo estado se advierte, pero decididos, de las mejores tropas de línea y de la mayor confianza. Para éstos no hay más que oponer la fuerza a la fuerza, la pericia a la pericia. Ossorio, como oficial de plana facultativa va muy confiado en esta especie de arma; así conviene que se oponga doble número de fuerzas servidas por diestros artilleros, o que se avance a la arma blanca, cuidándose que la caballería sea la mayor en número posible para superar esta resistencia que calculo tenaz y bien dirigida. (S?) El cuerpo de lanceros también es de línea muy diestra, de europeos españoles todos gente fuerte y aguerrida. Pero tanto o más liberales que Jos de Burgos, tanto o más aburridos que ellos y preparados a Ja seducción, como que de este cuerpo cinco tomaron Ja primera voz y resistieron al embarque y se hubiera verificado la sublevación si los momentos no hubieran sido tan apurados que por ésto han sucumbido los demás. Estos cinCQ fueron presos inmediatarr.ente y puestos en capilla para pasarlos por las armas, mas el virrey mandó libertarlos figurando moti– vos de generosidad y compasión cuando los efectivos eran de te– mor y desconfianza en todo su ejército. Este cuerpo para ser ba– tido debe reputarse en la misma clase que el regimiento de Bur– gos. (6?) Los dragones de Arequipa son en el nombre, no tienen disciplina alguna y es Ja tropa más fácil de vencer. Son compues-
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