La expedición libertadora

275 asaltar. Los cañones que miran a la puerta principal de la pla– zuela de Santa Catalina se hallan desmontados como también los que miran a la espalda del cuartel. En ésta hay una cortina de 40 varas que corresponde a la muralla, y que no es más que un ta– bique del grueso de un adobe tendido y de alto como de 8 varas. Tiene este cuartel cuatro cubos o torreones que ocupan los cua– tro ángulos, en cada uno de ellos tres cañones de a uno reforza– dos. En la cortina derecha, puesto uno en la puerta principal mi– rando adentro del cuartel, hay seis cañones de 8 con los que ha– cen salvas. Los cañones de ·campaña serán de 16 a 20, no tienen correspondiente caballería. Sobre todo ésto no puedo dar una noticia exacta porque la angustia del tiempo no me ha permitidq adquirir mayores instrucciones. El cuerpo de húsares tendrá en el día 100 plazas de buena tropa. El regimiento de dragones se compone de cuatro escuadrones, cada uno de cuatro compañías que tienen la fuerza de ochenta hombres. Uno de estos escuadrones se halla acuarte– lado y todos son indisciplinados, tanto que puedo asegurar que los caballos no han oído el ruido del cañón. Se reputa también como fuerza de la ciudad por su inmediación, el regimiento mon– tado de Caravallo que tendrá 600 plazas de gente labradora, más apta para cargar vagones que para pelear. El visir ha prometido poner para enero o febrero una fuerza de 6000 hombres; 3000 pa– ra esta capital y 3000 para el Callao. Es un rumor popular toda– vía, y aunque él quiera no podrá verificarlo; por mi experiencia y atendido a la fuerza física de esta capital yo aseguro con mi cabeza que con 4000 hombres de línea se ocupa sin necesidad de desenvainar los sables, verificándose aquí el paseo militar que se jacta el visir en ese reino . He examinado uno por uno los cuerpos y regimientos y no hallo posible que puedan formarse ni 2000 hombres de línea. En cuanto al armamento no tengo una idea exacta, pero ma– nifestaré mi concepto con sencillez. Hará como 8 años habían en esta capital 33.000 fusiles, de éstos han salido para el ejército del Alto Perú, para Quito, Cuzco, en esta su última revolución, para ese reino, en la exped'.ción anterior y ahora en la presente, de modo que formando un cálculo más ventajoso a esta capital no puede tener 6000 fusiles y de ellos un crecido número descom– puestos. que ahora los están componiendo. Jamás ha ocurrido a los mandones, ni entre sueños, que la guerra pueda tocar las mu– rallas de esta capital, y han sido pródigos en repartir su arma-