La expedición libertadora

295 da libre de toda dependencia ele Europa; que el ejército no viene como conquistador, sino como auxiliar y protector, etc.; que los españoles europeos serán considerados y protegidos siempre que no tomen las armas y que no obren directa o indirectamente con– tra Jos patriotas. Si el ejército de la patria que debe venir al Perú tuviese 7000 hombres bien disciplinados podrá desembarcar en las inmediacio– nes de Fisco (a dos leguas hay un excelente desembarcadero). Allí circulará órdenes y partidas a lea, Chincha y Cañete, con el fin de recoger todas las caballerías, mulas y ganados. Se impartirán mu– chas proclamas y también se oficiará desde Pisco a las corpora– ciones del Cuzco, Huamanga, Arequipa y todo lo interior, con el fin de poner esas provincias en insurrección. Puede darse allí la libertad a 70 u 80 negros, los más advertidos y ladinos, con la condición de que pasen a informar su vuelta a las haciendas de Cañete y Lima. De este modo se inutilizarán todos los planes hostiles del virrey. Los esclavos que piensan a rmar serán Jos primeros enemigos que tengan, pues esos se apresurarán a pasarse a los patriotas para lograr la libertad, ésta no debe jamás verifi– carse en el todo, sino en algunos pocos; situado en Pisco el ejército se proveerá de cabalgaduras y engrosará sus fuerzas con las mili– cias que se le agreguen. En este estado no perderá instante para acercarse a la capital. y para el logro de esta empresa se deberá hacer al mismo tiempo otro desembarco en Chancay o Huacho. Esto puede hacerse con 1000 hombres y armas para otros tantos particularmente con lanzas. Allí se pueden tomar 200 o 300 negros, darles la libertad con tal que se unan al ejército y traigan caballos se formarán algunas partidas que llamen la atención del virrey a aquel punto, a tiempo que el ejército grande operará contra Lima en sus inmediaciones. Ultimamente; si el ejército de la patria pudiese hacer una r~unión de 8000 o más hombres de desembarco, entonces podría venir en derechura al puer to del Lancón (cinco leguas en la costa del norte de Lima). Se organizará allí el ejército y marchará con mucha precaución para dar una acción; pero ésta podría ser muy desventajosa por falta de caballería en los patriotas, y aun la arti– llería de a caballo podría hacer mucho daño. Si se tomase este úl– mo medio, sería preciso hacer antes en Pisco un desembarco de 4000 hombres, permanecerían allí unos días hasta que llegue a aquel punto el ejército de Lima, siquiera 3000 hombres y entonces pre– cipitadamente hacer reerr.barcar toda la gente en una noche y ciar

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