La expedición libertadora

314 A la cuarta.- Cuando tratan de permanecer algún- tiempo en sus campamentos (que son pocas veces, porque generalmente habitan los pueblos), suelen hacer trincheras muy débiles siguien– do la figura del campo; hay mucha arbitrariedad en el modo de campar: señalan el campo -a los cuerpos, y éstos campan a su ar– bitrio. A la quinta.- Toda la artillería es de montaña del calibre de 4 y sin avantrenes; las maestranzas están muy mal servidas, y las remesas principales se reciben de Lima con atraso. Se esperaba de Oruro un obus de siete pulgadas: esta pieza debe retardar la ma1·cha de la división a que vaya anexa, por lo incómodo de los caminos. Se sirve esta arma a pie y no tiene dotación de ganado señalada. al mismo tiempo que se experimenta mucha escasez. A la sexta.- Están bastante escasos tanto de acémilas de carga, como de cabailos y mulas de silla. La provincia de Cocha– bamoa creo que no podrá ya surtir estos artículos porque en Ja última saca han echado el resto. Ultimamentie comisionaron un otic1a1 a Santa Cruz para hacer requisición, y escribió que había r~umdo basta 5UO caballos y mulas, añadiendo que aunque esta– ban en buen estado, temía llegasen muy pocos, por la circuns– tancia de ser muy blandos los cascos en aquella provincia y no tener herraduras: en el día deben estar ya próximos al ejército. A la séptima.- El armamento está en mal estado, los cuer– pos del país no lo han reempiazado en toda la guerra, a lo me– nos con nuevo; así es que el único cuerpo que lo tiene bueno es de Gerona y Extremadura mediano, los demás casi inútiles por lo que las recomposiciones son frecuentes. En Potosí está el par– que general y la maestranza general; pero los trnbajos son gro– seros y lentos. Se esperaban 5000 fusiles de Lima: de éstos ha– bían liegado 300 al ejército y es de inferir que los restantes se– rán para el uso de las tropas destinadas a Chile. Las municiones escasas, se construyen cartuchos en Oruro, Potosí y Paz, pero las fuertes r emesas vienen de Lima: en la actualidad podrá tener el ejército 200.000 cartuchos. La vanguardia muy escasa por no ha– ber enviado este artículo el general Serna en el último convoy. A la octava.- Las provincias van consumiendo sus víveres porque las siembras y plantas se atrasan de día en día por los vejámenes que sufren los labradores de la tropa, llegando el te– mor hasta el extremo de no sembrar ni aun en el cuartel general e inmediaciones. Cochabamba es la más abundante, y por lo tan-

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