La expedición libertadora
326 porque se halla sin guarmc10n alguna sino porque no puede ser auxiliado en situación tan crítica. Los prisioneros hechos en el Perú bajo, nativos de aquellas provincias, incorporados a nuestras tropas serán muy útiles para esta empresa, porque distantes ya de sus lugares no se desertarán y como testigos oculares de nuestros sucesos y operaciones di– vulgarán en su propio idioma aquellos natura!les nuestras victo– rias, y esto contribuirá más que la fuerza para conmover los pue– blos, a más que reúnen la ventaja de ser de las mismas costumbres cuya influencia es fa de mayor consideración en todo el Perú. 26~ Lima por su población presenta inconvenientes para ser atacada dentro de sus muros, no por el obstáculo de ellos, sino porque sus calles y edificios servirán de abrigo y protección a 1a tropa urbana para batirse en dispersión y desorden, sin que se les pueda destruir enteramente porque no se reunen a un cuerpo formal ni a un punto cierto donde fijarse para ser atacados deci– sivamente. Posesionados nosotros de los suburbios de la ciudad, y en un punto ventajoso para batirse a'i descubierto. es lo más propio si– tiarlos para obligarlos a salir a batirse, que es el medio más se– guro en vencerlos, porque siendo la tropa de línea de ellos en menor número, es probable derrotar ésta y de consiguiente la ur– bana se disipa fácilni.ente; por el contrario dentro de la ciudad obran los cívicos a discreción y en guerra desordenada no está sujeta a cálculo y las más veces el mismo desorden les da victoria. Los edificios de 1a ciudad son de madera y este material pro– porciona fácilmente un incendio con cohetes de mistos al propó– sito. Esta operación tan sencilla en un pueblo que no está acos– tumbrado a la guerra hará la mayor impresión y tal vez el pavor 1es haga desistir de la defensa. OBSERVACIONES GENERALES Los peruanos deben ser considerados en tres clases: la prime– ra, de Jos nobles y el clero (ésta es enemiga del sistema libera~); la segunda, de los cholos y gente media (ésta es intrigante, servil y sin carácter); la terecera, de los indios, negros y mulatos (ésta es patriota, no obstante que los pardos son rivales de los negros). E1 carácter es, generalmente, mezquino e interesado en ex– tremo; fanáticos y supersticiosa la plebe; son muy frugales, y sus alimentos causan a nuestros soldados notables novedades.
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