La expedición libertadora

342 que fué apresado, retornó armado y creyendo aquí represarlo, ha– bilitaron al efecto un pailebot nuevo de un portugués, quien ha– biéndose embarcado con otros jefes y soldados, salió a la empresa, pero cuando creían haber llegado al Diamante tropezaron con un bergantín-goleta de 18 cañones que los destrozó y cargó con el bu– que empresario, habiendo muerto el práctico y otros varios. No sé si en mi anterior comuniqué a usted el embarque para San Bias que hizo este gobierno de la persona del doctor Bruno con destino a soplarlo en Manila por sospechoso. La señora su mujer (Ferras). chilena, ha practicado y está practicando exqui– sitas diligencias en Lima para hacerlo regresar, y se espera pueda conseguirlo. Este será el hombre que nos alivie y contenga a este feroz Mendiburo que cada vez más exaspera al pueblo con sus bru– talidades. El bergantín Regencia llegó de Acapulco: nada habrá de par– ticular en aquella parte en l? de enero. El navío Piedad y el bergantín Mejicano salen para aquel puer– to y el segundo lleva al inicuo Arce. Se espera de San Bias al ber– gantín de Aguirre, y no se sabe si nos traerá algo de nuevo. Han sido electos alcaldes don Vicente Espantoso y don Venan– cio Basave. Pueda que sepa usted el asesinato cometido en don Francisco Camba, en su misma casa, por su cuñada doña Chonvita Garayeta, cayendo degollado en los brazos de su hija Manuelita. Este hecho tan escandaloso y tan sensible, es preciso condenarlo al olvido: la ejecutora se desterró vo!un tariamente a Guadalajara. La fortificación de esta plaza sigue con empeño: se hace un fuerte en Punta Gorda y otro en frente para cruzar los fuegos como los Dardanelos: en el interior muchos ahijados se están surtiendo con buenos diarios. Por el último correo de Quito comunican tener gacetas de Ma– drid hasta septiembre en cuya corte fueron depuestos los ministros de estado, de guerra y hacienda pero no faltarán otros en su lu– gar. El regente de Quito, señor Esterrepa, murió con el mes pasado. De Santa Fe salían tropas para unirse a Morillo y formar un respetable cuerpo con qué repeler al títere de Bolívar que tenía más de seis mil hombres. El bergantín Resolución que se destinaba a Panamá, fué apre– sado y remitido a Chile; pero habiéndose a lzado en la navegación