La expedición libertadora

393 fo y de desprecio a los patriotas, por haberse frustrado las ligeras tentativas que ha hecho lord Cochrane con sus dos venidas contra los buques de esta bahía, y a lo que se le ha dado la importancia más ridícula, y sólo en justa proporción, con el gran miedo que habían tenido. Ni se crea .que ésta es la voz sola del gobierno. Los mismos odios y temores de lord Cochrane y los insurgentes que el gobierno, tiene Ja mayor parte de los limeños, principalmente Jos señorones, y los que aspiran a graditos y a ascensos con estos que ellos vociferan triunfos y glorias, con mucha más exaltación y estupidez que el mismo gobierno. Las gacetas de este gobierno, instruirán a usted sobre el su– ceso pasado en Portobelo y recientes en Santa Fe, como igualmen– te de lo ocurrido en los días del bloqueo de operaciones de lord Cochrane. La conducta de éste, ha sufrido aquí sus cliticas de los mismos patriotas, así en esta vez como en la pasada, pero ésto estamos persuadidos también, de que es inevitable; pues nunca pue– den salir las cosas tan cabalmente como las deseamos, mucho más, cuando los deseos son tantos, aun varios, y a veces tan opuestos. Lo que sí, de cierto es, que lord Cochrane ha andado muy des– graciado, con respecto a presas; pues, la vez pasada apenas se sepa– ró del Callao, cuando entró la fragata Victoria de Acapulco, con cerca de 200.000 pesos en moneda y un cargamento importante. En– traron igualmente otros buques que le hubieran costeado muy bien. En esta ocasión cuando lord Cochrane estuvo en el Callao, estaba descargando en Chilca, el bergantín americano Macedonia, procedente de Panamá, con un cargamento de este comercio de va– lor de más de medio millón de pesos de ... y se censuraba a lord Cochrane, el que no hubiese dejado a barlovento una descubierta y avanzada, en cuyo caso no hubiese escapado dicho bergantín, ni tampoco la fragata Prueba, que se estuvo dos días sobre el Cho· rrillo, al cabo de los cuales, vino a moverse lord Cochrane, segu. guramente por no haberla reconocido antes. Al otro día de haber de– jado lord Cochrane la bahía por este suceso, erttró la fragata mer– cante, procedente de Cádiz, que había salido con los navíos, y por lo que se ha sabido la desgracia del San Telmo en los 62?, sin timón y sin masteleros. El cargamento de esta fragata era muy valioso, y se calcula que las dos presas habrían valido a Chile, más de millón y medio de pesos. Esto, además, tiene la grande importancia de Jo que abate el ánimo, pues, cuando les hacen una presa interesada, entonces, desean que se acabe de cualquier modo esta guerra que les arruina sus intereses, y al contrario, cuando salvan un negocio importante, cobran mucho brío y entra la burla y chacota de sus

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