La expedición libertadora
396 dos los extranjeros, y muy particularmente a Jos ingleses, por el mayor miedo que les tienen, Jos ha puesto en el día en una irrita· ción, que es un gus'to verlos, y que tal vez puede traer Jos mejore~ resultados en nuestra causa. El general Ramírez aun permanece en esta ciudad, pero pa· rece, saldrá muy breve a su destino del mando de ejército del Alto Perú. A La Serna se le esperaba de regreso de Cochabamba en Oruro en el presente mes de octubre, de donde partiría inme– ditamente para esta capital. El objeto de su ida a Cochabamba, se conocerá por la lectura de estas gacetas, que ha sido extermi– nar las guerrillas que habían sido siempre inextinguibles en aque· lla provincia, y que se gloria el de haber acabado completamente, teniendo la satisfacción de dejar a su sucesor, todo el territorio de su mando perfectamente limpio de revolución y cuidados: se pondera el estado de instrucción, orden, entusiasmo, y severa dis· ciplina en que se deja el ejército, que dicen, llega a siete mil hom· bres de operaciones. Sin contar Jos ocupados en guarniciones, ni el ejército de reserva de Arequipa que se compone de tres mil de todas armas. Sea de la exactitud de estas noticias lo que fuese, ello es verdad, que La Serna ha sido general, hasta popular y más inteligente que sus antecesores, y que no ha servido tanto a nues– tra causa como ellos con sus atrocidades y robos. lo que puede haber sido efecto de más talento y luces, mejor carácter, y menos necesidad de hacer fortuna, pues, todos aseguran que es un ma– yorazgo pudiente de Andalucia. De estas noticias, se infiere que s i bien una expedición a Intermedios, ofrece grandes esperanzas de buenos resultados, por la excelente disposición de aquellos pueblos, debe ser llamando la atención y ocupando a un mismo tiempo al ejército del Alto Perú por su frente, pues, si no hubiese allí atención ni cuidado alguno, podría caer a la costa y tal vez arruinar la expedición allí desembarcada, repitiéndose otra haza– ña igual a la reconquista del Cuzco. 28 de octubre. Señor el soldado. DASM.- VII.- 145·56
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