La expedición libertadora
401 infinito más, que ni es posible tenga ahora presente, ni pueda co– municarlo; he trabajado lo que no es creíble, en el tiempo o más de tres meses que no ceso (agotando pasos, exponiéndome y usan– do de todos los medios y arbitrios que son capaces al hombre) para dirigirme con tiempo a ese Estado: pero ha sido en valde por no haberse podido lograr sea posible el conseguirlo. Sin embar– go: después de varios viajes dispuestos y otros tantos frustrados (cuya narración de lo que me ha costado lo dejo para después) se me presenta ahora esta fragata inglesa llamada la Hércules, adonde ha como 20 días que debí haber caminado, pero que por este déspota virrey no pude lograrlo, concediéndole hoy todavía licencia para dirigirse a Chile. Esta proporción pues, me hace hoy luchar, entre conducirme en ella, juzgando que en los 15 o 20 días que tardará en su viaje hasta Chincha donde toca y carga azúcares, podría encontrar yo a la expedición y con ella a V.E. más si no logro esta dicha, de verme de quedar aislado, desem– barcándome en tierra por no parecer prudente seguir viaje ya en el día, en virtud que dicha expedición ha de caminar por diverso rumbo a aquel por el que debo yo dirigirme, en cuyo caso, y cre– yendo que esté ya en camino, se hace infructífera mi idea, y o irme a Supe o al pueblo de Ja Barranca dentro de dos o cuatro días,, después de entregar estos papeles a este sobrecargo mi amigo, para que quedando V.E. orientado por lo que ellos en parte su– ministran, determine V .E . de mi persona como crea convenir así a V.E., a Ja expedición y a mi patria, que son los canales por los que me he hecho una obligación para dirigirme, y unos fuertes muros sobre los que se apoyan mis deberes y servicios. En este estado y considerando desde luego, reflexiva y maduramente so– bre ambos extremos a los que, he traido a mi, y para resolverme, diferentes pareceres de verdaderos patriotas, que contrapesan cuanto puede interesar mi viaje a Chile, pero con la duda de po– der llegar a tiempo; y mi pasada a Supe remitiendo estos pape– les, señales y direcciones que se pueden usar para encontrarme en los puntos que en papel por separado adjunto remito, tanto para que yo baje a encontrar la expedición si se dispusiera, como para que (después de comunicar lo último que pase en este go– bierno en estos inmediatos días, después de salido este buque) pueda laborear en tierra lo que se me ordene, pues sobre correr– me de obligaciones por la comisión que obtengo y a que me obli– gué, es mi mayor gloria el servir como debe hacerlo todo ameri– cano; he ~enido a bien, después de estar al parecer de todos, re– solver el quedarme y pasar al dicho pueblo de Supe, que es de
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx