La expedición libertadora

410 dos por tal exceso, sin considerar el que va a padecer tanto o mas. Así sucede; vuelve la Escuadra a hacer víveres cuando la mayor parte de tropa se había ya retirado. Hace en efecto; y en él en– tre tanto se comisiona al Dr. Requena una correspondencia y pa– peles: éste trata de entregarlos, porque no era posible que los pi– ll~n si no se quisiese, habiendo como hay veinte caminos por allí cerca, sabido aun por los ciegos, y no ir a pasar por el mismo precipicio; sobre todo crece que aquí le h agan el cargo, porque este descuido ha causado un millón de fatalidades, mil de miles de desgracias y sin número de contrastes. Se han visto a los hom– bres locos y desesperados, y ha causado hasta la pérdida casi to– tal del sistema; todo era desde entonces un temblor general en todos, por último ocasionó este hecho Ja prisión de mas de 20 per– sonas, la de Campino, el destierro del marino Cortes y el del már– tir Riva Agüero, jóvenes que pudieron ser útiles en su tiempo, principalmente el postrero que hoy se ve tan oprimido y expuesto a una cruel desgracia; hasta dos o tres mujeres fueron víctimas de este atentado, pues se hallan presas, después de haber pade– cido infiernillos y mas martirios, y aun expuestas todavía; por– que con todo se les va a hacer consejo de guerra; por último ac– ción fue esa que ocasionó un trastorno general. Así pasan esos amargos días y mas álla de dos y aun de tres meses, y no mirando siquiera un asomo de consuelo, se empiezan a desesperar todos. Mas mientras tanto vuelven a resollar de nuevo, cuando a los cua– tro meses poco mas se vuelve a mirar la Escuadra; ésta Intima a Lima a que se rinda, este hecho y sus fuerzas hace a los mas en– trever alguna pequeña esperanza; se aquietan en algún modo, cal– culan, quieren adivinar y no pueden; sin embargo respiran con– tentos con la vista de la Escuadra, creyendo que en los mismos buques, y en algunos otros que vengan, estará la Expedición. Pa– san 4 o 6 días y se presenta la fragata Prueba, que venía de Espa– ña acompañada de dos navíos que no llegaron por haberse vuelto el uno y zozobrádose el otro, persiste aquella fondeada frente de Chorrillos, por un día largo, y todos saben en el momento, por una lancha que ella mandó a ese pueblo, lo que le había sucedido a los navíos y como estaba esta fragatá. ¿Pero cómo avisarlo a la Escuadra que no la conoce, habiendo tanta facilidad y tiempo mas que suficiente, sino hay quién lo haga? no se ha dejado ar– bitrio para ello, y esto que era lo primero y mas principal se ha visto y ve aun con tanto abandono (6) Todos se confunden al ver (6) Admira a todos cómo es que ese Estado no tiene uno, dos, o más comisionados o espías que den la menor noticia de aquí, tanto a Chile en todo buque inglés, como a la Escuadra, por miles de partes que con la