La expedición libertadora

413 tecimientos con tan ninguna esperanza. en realidad, si en palabras se quiere jugar con papeles o proclamas que no hacen mas de comprometer con sus promesas tan vanas como repetidas ¿qué . importa hacer sacrificios sin el mas ridículo fruto? ¿qué se con– sigue con esto, que parece como que se hace gloria en conseguir– lo; cuando aquí es sumamente imposible que haya revolución sin respaldo? (10) ¿Pero qué mas se apetese? ¿No se sabe la infinita adhesión que hay en todos para desear revivir y servir a la ex– pedición, tanto que aun se hallan todos tan desesperados, porque no ha venido o viene en términos que si no fuera tan físicamente imposible aun se cambiarían en contra, tal están de frenéticos por aburridos; no quedando un solo hombre, un solo individuo que no rabie, no se confunda y no esté al morir porque no la ve venir? ¿Si esto se halla en este estado para que es comprometerse mas y mas? ¿Si no es posible haya ni mas adhesión ni mas patriotis– mo ni que estén mas comprometidos; a que fin mas proclamas? Luego hoy papeles no sirven, luego estos mas bien son desprecia– bles, no por sí, sino porque prometen sin cumplir; luego resulta de todos que lo que conviene es que el instante, en el mismo día y sin pérdida de un momento se remita la expedición (11) y cuando no sea posible toda ella, sean siquiera 2, 3, o 4 mil hombres para hacer infinito con ellos y acaso rendir al Perú enteramente que es lo que paso a probar. Punto Segundo Como se ha dicho y ciegamente se cree que el espíritu para remitir la primera vez la Escuadra, como precursora, no fué otro sino el de preparar los ánimos y así con su expedición sacar un fruto digno del deseo de un jefe amable y prudenfe. En virtud de esto el señor Almirante, Secretarios y todo los de la Escuadra quedaron sumamente cerciorados de la extremosa adhesión de (10) Es preciso desengañarse y salir de la preocupación en que qui– zás se esté, de que con víctimas y sacrificios puede haber resolución para que de esta se siga sacudir el yugo por todos nosotros, _por lo que quiera jugarse con ta tirana política de comprometer más y más; respecto de que es imposible sea así, porque la vigilancia con que está el gobier· no, fruto de la venida de la Escuadra, como el que los militares hayan perdido el miedo que antes tenían, ni la contrabalanza de americanos, eu– ropeos y castas en sus tropas lo permiten; mientras que con respaldo sí, lo aseguro y en el día, porque entonces tienen amparo los infinitos deser· tores, entre los que se numeran los mismos europeos; que en caso con– trario ser ían nuestros cuchillos. Por último Chile no pudo ser libre mien– tras no vino tropa de Buenos Aires, acá es lo mismo. 11) Con la expedición, o después que ésta esté en tierra; que corran millones de proclamas y papeles; entonces si que tendrán su br illante. lugar.

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