La expedición libertadora

4 15 do no sea la expedición, siquiera el número dicho? Si sobre to– das estas ventajas se logra el que este Gobierno no proteja a Chile debajo de cuerda para levantar sus simas; tampoco a Gua– yaquil, como lo ha ejecutado en estos días, de modo que se for– talezca e impida como en cierto modo ha conseguido que se con– tenga el ejército del memorable señor Bolívar en Pasto (13) de donde, si no hubiera sido así, ya hubiera estado en Guayaquil que nos era tan favorable; ¿cómo es que hay tanta inacción para re– mitir dicho número y la Escuadra con lo que todo se conseguía, y mucho más que aún no se medita ? ¡No h ay recurso! La necesi– dad de remesa en el día es muy clara: todo insta, ejecuta y man– da, más allá de corno por fuerza, a que venga dicha expedición o cuando menos dos o cuatro mil soldados. ¡Se ha hecho todo visible! El modo de ejecutarlo, las ventajas que resultarían cor– tando la división que se ha puesto en Huaura, la manera de verifi– carlo, la certeza de conseguirlo y demás que extensamente dejo expuesto en los otros papeles que mando adjuntos (14) y por se– parado: luego saliendo de todo, como no hay duda sale las in– dispensables grandes ventajas, el ningún r iesgo, que se le cortan al enemigo los víveres, del mismo modo toda entrada, y por fin con facilidad: el que se vence después de h acerle gastar y de ha– cer nosotros a discreción nuestra las tropas más que querramos; y a más desde que pisemos la tierra, un asilo seguro para socorrer (13) Las tropas del General Bolívar de Santa Fé, al mando de un París, Santa Terreno y del hijo de Nariño, han dado ya la libertad a la costa del Chocó y Barbacoas a donde pueden nuestros buques ir hacer un comercio vasto y ventajosísimo, llevando harina de trigo y otros efectos de Clúlc, y aun ingleses, para cambiar por oro que es abundantísimo en toda esa dicha costa: también a no haber más pronta proporción de estos estados digo de Buenos Aires y Chile, por allí se pueden poner en comunícación con Valdivia y consolidar con él, el tratado de libertad al Perú por b<!ne– ficio comun, formando un plan tan vasto como grandioso. De todas aque– llas provincias populosas y muy decididas se pueden sacar soldados exce– lentes para liber tar a Guayaquil, que es r iquísimo, y el más al propósito para sostener la Escuadra de Chile en un estado siempre brillante, se toma con solo mil hombres. Hace mucho tiempo que habiéndose pensad<• en expedicionar, debían haberse tratado seriamente en esto, pues si algún buque de la Escuadra estando por acá le sucede una desgracia, no denc un puerto de sotavento donde pueda refugiarse y componerse, lo qu~ se haría pronto y fácilmente teniéndose a Guayaquil. (14) En los dos planes de la fuerza de mar y tierra de esta Capital que adjunto con los números 1 y 2, me ha parecido hacer unos borroneo~ en las notas, de lo que debería hacerse para cortar cada división de l:i~ colocadas en estas costas cercanas, según como se hallan hov situadas, ha– biendo (por lo que respecta a la de abajo) o existiendo en Huaura las ::-es cuartas partes, y solo como 200 hombres en Supe, todos los que son nu~s­ tros sin duda alguna apenas se acerque nuestra tropa, como cada día me lo escriben.

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