La expedición libertadora
417 Chile en retorno, por prec1s1on y fuerza, no quiero duplicarlo con palabras que acaso me harían odioso, y jugar solamente con ellas corno fuese bien convenir. Según eso, y corno el desembarco, en el mismo acto, por donde y corno se quiera, no debe dudarse de modo alguno, comprobándolo más y más la experiencia que se ha tenido en la Escuadra, que sin embargo de no traer mas de su fuerza de mar y no las suficientes para poderse batir en, tierra, ha hecho su desembarco donde y como le ha parecido, to– rnando los víveres que ha gustado, ¿con cuánta mayor razón y qué duda va a quedar que lo ejecuten tres mil soldados que traen me– jores disposiciones para lograrlo y el ánimo mas resuelto para aca– bar con la tropa del Rey y situarse donde les parezca? Se ha ha– blado y hecho palpable la infinita adhesión de la costa; (ya que con un buen respaldo como dicho número para no exponerlos a que no sírvan por las resultas que quedan,) según todo se deja bien comprobada la disposición de todos para dar cuanto pueda ofrecerse; se sabe que hay víveres de sobra en casi todos los pue– blos de dicha costa ¡con que si nada falta! posibilidad de desem– barco; adhesión, disposición para pelear y víveres en el acto aun para veinte mil hombres, ¿no sale de manifiesto la ninguna nece– sidad que se tiene de hacer desmedido gasto, pues no se deben surtir a los buques mas que para uno o cuando mas para mes y medio, sin tratarse nada de sueldos, porque aquí ha de sobrar di– nero. Añadese a esto que todos saben, y la Escuadra esta muy bien cerciorada, que desde Chancay para abajo, y desde Lurin para arriba hay muchos hacendados enemigos que son muy ric_os de los que, o porque ellos mismos se huirían, o porque estando allí era preciso embargarlos por muchas causas; lo cierto es que sus bienes quedarían a discreción nuestra, y corno tal disponibles pa– ra lo que quisiéramos, resultando de esto que por esta vía nos so– braría también cientos de miles en azúcar, fo mismo en dinero, corno cuanto se apetezca. Luego cuando de todo esto se tiene ex– periencia y nadie es capaz de dudarlo queda bien comprobado que ha de tener poco costo la remisión de dicha tropa, lo que ha sido mi objeto hacer ver, como el que ha de soorar de todo para re– mitir de retorno con mucha abundancia a Chile. Paso ahora a acla– rar el cuarto capítulo que es de lo que he protestado. Punto cuarto. Todo buen General aunque esté satisfecho de su fuerza do– ble, triple o mas respecto de la del contrario; aun cuando lleven infinitamente ventajas sus soldados en la bravura &. a los otros,
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