La expedición libertadora

422 ciendo el mayor esfuerzo de remitir al Perú en el mismo día y sin titubear, siete u ocho mil s:.iidados, y otros tantos fusiles y la Escuadra [18] con sus respectiva fuerza, con lo que únicamente, en el acto, a los ocho días, quince, o un mes estaba esto concluído; y de este modo unidos los tres estados del Perú, Buenos Aires y Chile a los otros tres de esta América, que son Caracas, Santa Fé y Quito, formarían la gran liga o federación que decidiría de un golpe y para siempre de la independencia de la América; pues no había mas que pensar, esto es, ni en esto, ni en el alto Perú, ni en parte alguna de acá, sino que por el contrario, entre esto mismo, Chile y Buenos Aires, cada uno y entre todos juntos podrían po– ner una fuerza tan respetable por mar y por tierra que podrían resistir aun a todo el mundo y harían ver a la misma Península que ya Buenos Aires, era capaz de expedicionar y aun también de conquistarla. . . ¡Oh tiempos verdaderamente felices! ¡Si tan. to cuanto veo es fácil conseguirlo, llegaré por fin a veros! Pero al paso que me preparo a tener estos días de gloria, mi creencia se pone marchita, porque a mi parecer, todo Jo m~ro torcido. Sin embargo, quiero probar mas y mas, hasta que llegue a cansar, la necesidad que hay de que se mande aunque sea un pequeño nú– mero. Hasta las vagatelas que asoman en lo interior de Jos mis– mos estados, que por fortuna se apagan pero que nos dan que ha– cer, y pueden alguna vez resultar en un mal irremediable, no las causa mas que el Perú o este maldito Gobierno por estar en fa. vor del Rey sirviéndoles solo de sombra y respaldo, con lo que los autores se animan por tener una esperanza, que a no tenerla, ni aun lo pensarían: mas si estuviera aquel en favor de nosotros, cualesquiera rencillas, atrevidos o mal contentos que salieran, se apagarían y quedaría todo reducido a polvo, porque ... ¿pero pa– ra qué me canso si podía ser infinito, cuando todo todo, no hay un solo ápice, no hay cosa que no autorize la necesidad de Ja pronta remisión de tropas en uno de los dos números, para ha. cerse del Perú en el acto? Es tanto esto, que solo el que no quiera la felicidad absoluta de estas Américas, como el que no canten [18] Con 7 a 8 mil hombres sobra para vencerse esta capital, con lo que es todo vencido; es tan constante esto como que el que diga que se necesitan más de mil hombres sobre eso número, es un loco y siempre dirá bien no hay duda cuando opine que con 100 mil o un millón seria mejor. Cuando con aquel número no se entrará a la capital en el acto, se ejecu· taría a los 8, 15 días o un mes; y sobre todo mi pescueso pongo a que no tarda dos meses aunque se quisiera, en los planes que he dicho mando adjuntos, lo dejo probado. En sustancia si no se toma a esta capital en el acto, después de los 8 ó 15 días está a disposición del general tomarla.

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