La expedición libertadora

424 amiga la Gran Bretaña, porque sin este gobierno (el Pení) lo vé muy expuesto a ser de un día a otro otra vez esclavo: Buenos Aires teniendo al Perú al menor pedimento era reconocido por las mas o por todas las naciones. Esto mismo y con mas propie– dad le corresponde a Chile; con que si las razones son claras, si se convence con cuanta luz se desea, la necesidad que hay de ha. cernos del Pení en el mismo día, parece, ñay necesidad absoluta de no deberse pensar en ninguna otra cosa mas que en solo con– quistarlo; porque la menor inacción sería un grave delito. Una prueba muy verdadera vá a hacer mas y mas convencer la nece. sidad que hay de hacerse en el mismo acto del Pení. Suponga– mos que hubiesen llegado, como pudieron, los tres navíos de Es– paña que hubieran anclado días antes, como puede haber suce– dido, mucho mas cuando perdió la Prueba como 15 días en el ca– bo, por esperar al San Telmo; supongamos también que hubieran traido como se dijo 8 o 10 mil fusiles para hacer otros tantos mas soldados; llegados pues dichos buques y reunidos con estos ¿no es verdad que ya componían 2 navíos, 3 fragatas de mucha fuer– za; 1 corbeta, 3 bergantines, 4 buques armados en guerra y mu– chísimas lanchas? ¿y no es verdad también que ya no había ex– pedición de Chile para acá, y antes si de aquí para allá, por con– siderarse una fuerza que si no era superfor, sería mas allá de igual? con que si hubiera habido un choque en el acto, a los días después o estando nuestra Escuadra falta de víveres, y tener es– ta la ventaja de estar en su casa donde tenía a Ja mano todo auxi– lio, y como gustasen, ¿qué pudiera, haber sucedido sin embargo de existir en la nuestra, nuestra columna de Chile, esto es el Sor. Almirante? Yo no sabré responder, Jo que sé decir es, que esto y más puede aun todavía suceder, si se va alargando el tiempo, cuando menos se piense, pues la potencia a la España no se la ha quitado nadie, y ántes si ya he probado, he hecho ver, y se está experi– mentando que de día en día se está poniendo de un modo que va arredrando: por lo tanto es fácil que ella expedicione aquí, que es el plan de este Virrey, en lugar de hacerlo a Buenos Aires que amagará solamente por entretener, y lo verificará con reserva (como lo hizo para Cartagena la otra vez) remitiendo con supo– sición que vá a otra parte o al mismo Buenos Aires 3 ó 4 navíos, 4 ó 6 mil soldados, fusiles y también pertrechos, y cuando ménos se piense nos hallemos con todo esto encima; y siendo esto tan posible como que es lo que se espera ¿parece prudente aguardar– io, estar aun en inacción? ¿No es mas de razón evitarlo remitien– do la expedición, o cuando ménos el otro número, que en el día

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