La expedición libertadora

425 debe hacer tan bello efecto, pues todo se halla tan fácil; esto es poca fuerza, deseos por todos, y aun situados de una manera en las costas que es una felicidad? ¿Si hay tanto riesgo en ámbos Estados, sin el Perú no es claro que deba de conquistarse en el día, cueste lo que costare, sobre cualquier riesgo de allá, sacan– do tropas de esas misma líneas, hagan la falta que hagan, pues se pueden reponer, y exponganse lo que se exponga que todo es menos y sin comparación pequeño, respecto de lo que se gana? por otro lado ¡después de tranquilo y unido todo; ¡qué ventajas tan desmedidas no se consiguen! Aunque no fuese mas de la úni– ca pero la mayor esto es, que no había que pensar ya en esta América, sino para tratar de conservarse y vestirse de fuerzas en– tre todas para acabar con el enemigo comun cuando intentase inquietar, sería ganarlo todo. Pero a esto se añade, ¿qué posibi– lidad desde entonces, no habría para poder ayudar a nuestro San– ta Fé, Caracas, y principalmente a nuestro desgraciado Méjico y en fin a todas las demás Américas? ¿Cuánfas tropas no camina– rían de aquí para el estado de Chile, y de ámbas para reforzar mas y mas a Buenos Aires? ¡Con qué placer no se trocarían los militares de los 3 Estados, mútuamente, para equilibrar a buen fiel sus seguridades! ¡qué comercio, qué plata, qué buques, qué tropas para competir con el mismo mundo! Entónces sí que Bue.. nos Aires debía llamarse la columna de la libertad, y no hoy que sin el Perú se vé vacilante. La columna es la toma de esta capital. y entonces Buenos Aires será lo que guste. ¿Con qué no hay re– cursos? Esos estados gozarán de tranquilidad, serán libres, po– drán llamarse independientes, con solo la toma del Perú; y para conseguirlo es preciso sea en el acto, dejando riesgos de allá, por– que corr.parados, vuelvo a decir, ninguno es, ni mas positivo ni mas eminente, ni que tenga peores resultados que el que amaga a esos estados, si dura este Pe1ú un poco mas de tiempo en po– der de este nocivo Gobierno. Y siendo así: ¿será aun todavía po.. siblc que no se le den providencias para conquistarlo? Quiero ha– cer por último para el sello de mis pruebas una pintura bien cla– ra y ligera de cómo se hallan en el día Buenos Aires, Chile y el Perú . Me figuro que todos tres representan a un hombre solo, o mas bien componiendo un cuerpo, que este es perseguido de ma– les y enfermedades, habiendo pasado por unas que ha podido ya curarlas, y existiendo en el día con otras de que se halla repara– do; más según sus humores y síntomas, se cree pueden sobrevenir– le tantas, tan seguidas y tan graves que podrían acabar con él por