La expedición libertadora

432 por algún accidente, sea tomado o salte a la costa diga, que los otros buques se han ido para abajo, y de ningún modo para Chile., Al mismo tiempo debía decirse a dicho señor Almirante que a los veinte o veinticinco días de la fecha en que sale la orden o dicho bergantin de Chile, daba la vela la primera división acom– pañada de su plan de desembarco para verificarlo junto con el número de tropa que tendrán demás los buques de la E.scuadra que queda, habiendo hecho trasbordos en estos de todos los sol– dados que tenían los buques salidos para Chile en los que solo dejarán unos cuantos respectivos a su seguridad y equilibrio con la marinería; los que si pasan de 500 y parecía bien podían votar– se a tierra, digo si estuviesen con sus correspondientes oficiales y jefes, con el objeto de ir llamando la atención para Santa o Casma, donde debían desembarcarse haciendo reclutas de caba– llos y para servir de auxilio a la escuadra si quiere hacer víveres oor algún accidente de tardaraa: dejándoles otros tantos o más fusiles, dos o cuatro cañones volantes y demás pertrechos, con todo lo que y un bergantin, que en este caso quedaría con un par de lanchas, mientras se situaba la Escuadra en su bloqueo, po– dría hacer frente a cualquiera número que se asomase [que es imposible salga a batirse] o en batalla o en guerrillas, uno o dos días :'..ntes de que saliera Ja primera división de Chiic; [que sería a los 20 ó 25 días] debía remitirse otro bergantin correo por de– lante dando este aviso, el que debería de encontrar a la Escuadra cuando no en las Hormigas [donde debía de existir hasta la veni– da de esta] entre ellas y Ja isla de Mazorque cuando ménos y en el día responderá dicho Señor Almirante, con el mismo bergan– tin, sin ser visto de nadie de tierra, dando noticia de todo para que arregle y haga el desembarco el General de esa división ( •) que estará con ella situada sin ser vistos, en sus buques respec- ( •) El Coronel D. Rudecindo Alvarado como hermano del Sub dele· gado de Huaylas era a propósito para jefe de la primera división, porque tendna de su parte a Huaylas y todas las demás provincias. Sería muy del caso que en cada una de las dos viniese la cuarta parte de libertos para equilibrio y ejemplo de los de aquí y las haciendas. En sustancia, tropa es la que se necesita en el día porque después puede ser tarde o costar el vencerse esto mucha sangre. Ojalá venga el Señor San Martín en la segunda pero a no ser posible por desgracia, las circunstan· cias convencen que cualesquiera pareciéndose en algo a ese Señor inimi· table, será buen general porque esto decírselo es hoy un paseo militar. Días há que hubiera estado este pliego en poder de V. E., pero el ca· ballero Portales de a!U, que pasó de aquí para ese Chile, ha dado márgen

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