La expedición libertadora

461 allá? ¡Cuán cierto es que el hombre preocupado condena por cos– tumbre! De aquí el calificarnos de irreligiosos y asesinos sin acor– darte de las carnicerías en la conquista permitidas por la España, y exceptuadas de pecado venial por el fraile Sepúlveda. Sin acor– darte que fu paisano, el sacerdote Luque, dice una misa solemne en Panamá, y, dividiendo la hostia del sacrificio en tres partes, comulgan él, y sus compañeros Pizarro y Almagro, jurando por el Dios vivo dar muerte a los peruanos. Cumplieron su juramen– to, y los tiernos yavavíes que habrás oído en el Perú, son los ecos de las víctimas. Reflexiona cual serían las que cometieron en Chile, cuando Ercilla, español y testigo presencial dejó escrito: La mucha sangre derramada ha sido (si mi juicio y parecer no yerra) la que de todo en todo ha destruído el esperado fruto de esta tierra: pues con modo inhumano han excedido de las leyes y términos de guerra, haciendo de las entradas y conquistas crueldades enormes nunca vistas. (Arauc., part. 2, cant. 23.) Iguales las ha habido ahora y siempre sin r etaliación. Milla– res de prisiones pueblan este suelo libre, tratados como huéspe– des, y con puerta franca a la ciudadania y hermandad. Las gace– tas de Chile y Buenos Aires están llenas de nombres de prisio– neros abjurando las banderas y dominación de la España. Imitan a los romanos prisioneros de las Parthos, que no quisieron regre– sar a Roma en tiempo de Augusto, porque se hallaron mejor pa– tria que la que habían dejado; o hacen lo que el conde Pedro Na– varro, que hecho prisionero de los franceses en la batalla de Ra– vena, entró a servirles abjurando la España, así que vió que Fer– nando el católico no procuraba su canj'e o rescate (1). Yo sé que P'ezuela ha apurado el discurso para acriminar de asesinatos las muertes que sufrieron los conspirado.res en San Luis. Fingió y dió a la gaceta la carta de un patriota arrepentido, que confesaba el hecho; y llegó hasta mandar celebrar exequias por ellos (2). También los judíos en Amsterdán hicieron fiestas cos- (l) Acción muy conforme a Ja ley 3, título 29, partida 3. (2) He leído Ja Oración fúnebre parecida a las Vidas de los santos del crédulo y nada crítico Ribadeoeira: pero lo que me ha hecho más gracia es Ja

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