La expedición libertadora
471 por medio mujeres, las que a pesar de que siempre son mucha– chas crecidas, suelen ser agentes muy útiles y quizá más impor– tantes que los que dirigen las conciencias. A esta observación de· be añadirse que hay ocasiones en que un emisario debe decir la mitad de lo que sabe a fin de ocultar la otra mitad más impor– tante, pero casi nunca llega el caso en que él deba descubrir el todo. El gran arte pues consiste en que sólo se manifieste a cada uno lo que es conveniente al objeto que debe llenar, y no más; 21? Una de las pruebas de Ja gran confianza que deposito en Jos comisionados es el uso franco que les concedo del uso de mi firma para exigir el dinero necesario al cumplimiento de mi encargo y al lleno de sus necesidades: pero ella misma obliga a recomendarles Ja más sabia economía. La reputación del genero– so puede comprarse muy barato; porque no consiste en gastar sin ton ni són sino en gastar con propiedad, es decir de un mo– do que interese. Yo espero además que los comisionados presen– tarán una cuenta a mí o a mi secretario para que sirva de go· bierno en la forn1alidad de los pagos respectivos; 22? Luego que Jos comisionados desembarquen tratarán de enterrar Ja correspondencia y papeles en un lugar señalado, y lue– go que se aseguren de los medios, su primer cuidado será trasla– darlos todos a Ja capital. La cartas serán entregadas sin necesidad de apersonarse ambos. Uno es suficiente, sin decir a nadie lo que se lleva para otro. Cuidado con el capítulo 2? de esta instrucción; 23? Desde el momento que lleguen a Lima con todos los pa– peles empezarán a formar el plan de modo de repartirlos que no quede iglesia, monasterio, plaza, mercado, taberna, bodegón, ofi– cina, café, paseo, barbería, ni lugar alguno de concurrencia don· de no se repartan proclamas en una misma noche simultáneamen– te, y de suerte que ni el poder del virrey ni el de la inquisición puedan socorrerse en esta súbita inundación, y el espíritu públi– co empiece a ilustrarse y a hacerse sentir a pesar de toda pesqui– sa. El día o dos días anteriores a esta operación sería conveniente aprovecharse de los correos y mezclándose en tre gacetas del país anticipar algunas proclamas a las provincias de Huamanga, Cuz· co, Arequipa, Tacna y ejército del Perú; 24? El resultado de esta maniobra debe ser sobremanera im– previsto, y por Jo mismo será el más favorable para seguir traba– jando en conformidad al espíritu de estas instrucciones. Por lo mismo se hará a mi secretario la primera comunicación por me– dio de un pescador que se debe comprar a toda costa a los seis
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