La expedición libertadora

481 o a sus Enemigos: pero que Paredes le dijo que los Marqueses de casa Calderón y de Valle Unbreso son muy decididos por la cau– sa del Rey, y que así lo manifestó Paredes a los Enemigos en Chile. Preguntado si el Caporal de la Hacienda de que los alquiló los caballos para venir a Lima los conoce, si sabía el motivo de su viaje y si ellos le conocían, dijo: que no Je conocían ni los co– nocía y que le hicieron creer que los habían robado y los alquiló los Caballos en ocho pesos. Preguntado: Si sabe que hizo Paredes la noche que llegaron a Lima mientras que el declarante vino a entregar la carta a su Mujer, con quien habló y en donde estuvo, si en alguna casa o en la calle, dijo: que lo ignora, y que él le dejó en la calle de Ma– lambo aguardando la Calesa de su casa . Preguntado: en que calle está la casa en que vive Don Mateo Aranda y que número tiene; y así mismo la casa y número de la casa de Castro, Espinosa y demás que sepa, dijo: Aranda tenía en aquella fecha su casa en un callejón en la calle de Malambo: pero que ahora vive en Supe con sus hijos: que Castro vivía en la casa pequeña juntos a la Perricholi y que Espinosa vivía en la misma casa en que vivió el Sr. Gainza: el cura Tagle vive en– frente de la portería de )as monjas de la Trinidad en un cuarto del Patio sobre la derecha en la misma casa que un Canonigo chileno que cree que es el Dean de esta Catedral: el Padre Carrión vive en San Pedro: Riguero vive con Castro a su parecer: que ignora los números de las casas. Preguntado: Diga el contenido de la Instrucción que San Martín dió al que declara y Paredes para que desempeñase la comisión que los encargó dijo: que diesen noticia muy puntual del número de tropas que había en Lima y sus inmediaciones el estado político del pueblo y el partido que en el tienen: quienes son los Jefes de los Regimientos y de que países son como así mis– mo la tropa, si los J efes podrían ser sobornados: que vieren el modo de ganar algún artillero soldado, Cabo Sargento u Oficial a quien poder ganar con el dinero para que inutilizase la Artille– ría aunque le diesen quinientas o mil onzas de oro por inutilizar los cañones y demás piezas que para inutilizar la artillería los dió una receta y los previno San Martín, que si se les perdía la receta acudiesen el declarante y Paredes al Don Pecet que les daria la misma receta que Paredes traía el encargo de hacer asesinar al Excmo. Sr. Virrey, fuese de un balazo, de una puñalada o con ve-

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