La expedición libertadora

39 ejército es la que incluyo en el presente estado. Calcule V.E. por él su situación. El adjunto estado de la fuerza impondrá a V.E. el total que existe en este país. Supuesta la feliz conclusión de la campaña de la provincia de Concepción, necesita ésta por lo menos por el tér– mino de un año, una guarnición de 1500 hombres. Lo de esta pro– vincia, Coquimbo y Valparaíso por las facciones que devoran a estos habitantes, 2500, agregue V.E. las bajas que debe tener un ejército por enfermos, etc., etc.. y vendrá a reducirse, que sólo puede contarse para la expedición de Lima con 3000 hombres es– casos. Este Gobierno, en su conducta pública manifiesta una banca– rrota total, su administración es odiosa y aborrecida por todos estos habitantes, la apatía, el desgreño, la desconfianza tanto de él, como de sus habitantes con respecto al ejército de los Andes, es demasiado marcada. En fin, Excelentísimo señor, desde el mo– mento en que la escuadra de este Estado ha tomado la superio– ridad en el mar Pacífico, se han creído que los brazos del ejército de los Andes, no les son ya necesarios, pues se encuentran y con razón libres de todo ataque, y su objeto primitivo es el de abu– rrirnos con las miserias con que nos bloquean. Las circunstancias anteriormente expuestas, me han decidi– do para no perder el ejército, a tomar el partido de acantonarlo en la villa de Santa Rosa, sacándolo de esta capital, el que se compone de los batallones 8, 7, 11, dos escuadrones de cazadores a caballo y el tercer batallón de artillería. Esta situación es más propia para esperar los resultados de la contestación de V.E., la que espero sea a la mayor brevedad. Dios guarde a V.E. muchos años. Cuartel general en Santiago, 12 de enero de 1819. Excelentísimo señor. José de San Martín. Es copia. DASM.- IV.- Pág. 384.

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