La expedición libertadora

47 de otros no paralizase como hasta ahora este interesante asunto; ni se decidió ni tampoco se discutió; el Ministro de Guerra expu– so que sin esta división de despachos que se proponía, el ejército no careció en 818 de nada, cuanto se creyó necesario para hacer la campaña hasta quedar usted enteramente satisfecho; que to– do se facilitó con la brevedad que exigían las circunstancias; que si aún no se habían tomado medidas enérgicas, ni obrado deci– didamente respecto a la expedición de Lima, era porque no se ha– bía resuelto con la seriedad que ahora; y que, pues, si los acuer– dos de los h ... deben tener efecto, tampoco se dudase en la ac– tividad de los medios que dependiesen del Ministerio. Sin em– bargo, creo que esta orden es susceptible de reforma, por lo me– nos ésta es mi opinión . Nada he omitido de cuanto usted me previno expusiese a los amigos tanto en cuerpo como en particular; lo he verificado con toda la exactitud y claridad de que soy capaz; mis deseos de que las cosas guien del modo más análogo a nuestros intereses es grande; no dudo en la sinceridad de las intenciones de los de– más; y todos ciframos nuestras esperanzas en los esfuerzos de usted y en sus trabajos. Deseo, pues, que se mantenga usted sin novedad, y que ten– gamos el gusto de verle muy luego, inter lo conseguimos debe us– ted disponer de la voluntad con que tengo el honor de ser de us– ted afectísimo, subordinado y obligado servidor. José Manuel Borgoña. (310) Santiago de Chile, 16 de abril de 1819. Señor don José de San Martín. Mi amado amigo y paisano: Al fin hemos salido del cuidado en que nos tenía la tardan– za de noticias de nuestra escuadra, sabiendo que nuestro Vice– almirante ha maltratado bastante a los buques enemigos, e infun– dido terror en el Callao. Además de la Gaceta extraordinaria re– mito a usted el parte original (en copia) que pasó Vicuña y el

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