La expedición libertadora

21 P. D. - Sin embargo de que cuanto se expresa en la copia de su r eferencia, un pasajero digno de fe venido en el mismo bu– que, asegura haber visto casi enteramente para dar la vela los de fuerza consabida, y los supone ya con cuarenta días de viaje al menos para estos mares. -0- (524) Excelentísimo señor director de la provincia del Río de la Plata. Señor: Tuve el honor de comunicar a V. E. por conducto del señor don Gregario Gómez, el estadó de la comisión relativa al gobier– no de Chile y daba satisfacción entonces de los motivos que cau– saban la suspensión en la terminación de los buques de aquel go– bierno. Me es muy sensible ahora informar a V. E. sobre los en– torpecimientos y embarazos en que me hallo, para despachar a– quellos barcos a su destino. Había comunicado a V. E. en mis primeras comunicaciones, que en la entrevista con el señor secre– tario de Estado interino tratándose sobre la comisión del señor director de Chile, me aseguró verbalmente que buques, cañones, armas y municiones, eran artículos de comercio permitidos por las leyes de este país y que sería proveído por este gobierno en las ej ecuciones de aquella comisión, siempre que apareciera co– mo una especulación mercantil en buque y bandera neutral; ha– liándose ahora en disposición de hacerse a la vela las dos fraga– tas del Estado de Chile, en este puerto de New-.York he pasado a Washington a consultar con el señor secretario propietario, el señor don Juan Quincy Adams y como su contestación se refiere a los abogados del país, después de un maduro examen me infor– man estos señores lo siguiente. El acto de preparar y despachar buques armados en guerra, agrupados y tripulados en puerto neutral, es un acto de hostili– dad que viola la n eutralidad y quebranta las leyes de este país, el administrador de esta aduana se halla facultado por éstas, pa– ra detenerlos y confiscarle su valor, dividirlo entre el delator y el Estado, y su propietario o la p ersona que aparece serlo, debe ser

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