La expedición libertadora

35 Espero que al recibo de ésta ya habrá usted dado cuenta de ese gorgojo que ha llamado sobre sí tantos gigantes. Interesa dar– se prisa porque la expedición de Cádiz se apronta con actividad. La escuadra rusa no ha salido de Portmouth por falta de viento. Se compone de cinco navíos de línea y cinco fragatas que ,unidos a otros dos más que se aprontan en Cádiz con otras dos fragatas compondrán el todo. Es un gran problema su destino. Todas las partes de la América llaman excesivamente su atención. El pro– yecto de usted sobre Lima se ha hecho público por la vía de Bue– nos Aires y ya sabe usted que Lima es la columna del poder es– paño'l en América, y si no la sostienen matan sus esperanzas. Bue– nos Aires es el que ha sostenido el crédito de la revolución y si no tratan de darle un golpe poco .adelantará el gabinete de Madrid en la opinión de la Europa. Por otra parte, sus deferencias con el Portugal sobre la ocu– pación de Montevideo le llaman seriamente la atención a aquel puerto. En Venezuela ha desaparecido el poder de Morillo, éste está refugiado con pocos restos del Puerto Cabello, y Bolívar triunfante en Caracas. Si no reponen, pues, lo perdido deben renunciar a la tierra firme. En Méjico, Mina sigue sus correrías y aunque hay rela– ciones contradictorias sobre su destino y las gacetas españolas lo dan ya por prisionero, hay relaciones de Vera Cruz que le ha– cen honor a sus progresos y no puede menos que ser alarmantes a la España . Si ésta divide las fuerzas de su expedición, en todas partes será débil y como este esfuerzo es extraordinario y parece que no podrá ser repetido al menos por muchos años, debe procurarlo emplear con el más probable suceso y ventaja. En mi opinión la dicha expedición de 12.000 hombres va al Río de la Plata porque allí puede atender a muchos objetos a la vez que le son importan– tísimos en sí. A más de lo indicado se pone en disposición de aten– der a Lima ya por mar en primera oportunidad ya por tierra a– menazando u obrando sobre Buenos Aires. El tiempo nos sacara de esta duda pero entrentanto ella debe reglar decididamente las operaciones de usted. Yo salgo de aquí con el lord Cochrane en el mes de abril a bordo del buque de vapor, y no será extraño que si nos va bien, como espero, lleguemos todos juntos a pesar de la delantera que nos lleva el Cumberland. En la semana entrante voy a París a comprar unas cosilias que hacen falta y creo que Alvarez me a– compañará . En el Cumberland van varios oficiales de marina y