La Iglesia: la acción del clero

14 ARMANDO NIETO VELEZ S. J. Dios guarde a vuestra señoría ilustrísima muchos años. Casma y no. viemhre 28 de 1821. Doctor Manuel José del Solar (rubricado). (Al margen) Señor doctor don Francisco Xavier Echagüe Governador eclesiástico del Arzobispado. Señor doctor don Jorje Benabente. Casma y noviembre 30 de 821. Mi amado y señor de mi mayor aprecio: con particular gusto contes· to a su apreciable de 21 del presente celebrando su buena salud, y que siga usted disfrutando de las satisfacciones que proporciona esa corte, grangean· dose siempre el afecto y adhesion de quantos lo conocen por la amabilidad de su caracter y demas prendas; por todo lo qual temo que engorde usted demasiado, y no quiero sino que se mantenga en el estado de gordura en que lo dexé. La semana pasada pasó el cura Pomiano por esta con el objeto de pa· sar a esa capital, en obedicimiento de la orden contenida en el oficio que me trajo un don Santiago Almestar, vecino de Moro. Este ñato me dicen todos que es muy malo y muy enrredista, y por eso en el dia lo ha castigado Dios, pues me dicen que anda profugo, por que a su llegada de Lima condujo no se qué órdenes del Govierno para el comandante governador de la provin· cia en donde se le encargaba su prision y embargo. La encomienda que me encarga el Señor Governador tocante al cura Pomiano no la he ebacuado, por que trato de pasar a Moro a hacerla yo mis· mo, y no verificarla por comision, y no aguardo para efectuar mi viaje sino la llegada de otro 1'acerdote para dejar mi doctrina bien serbida. El cura interino de Huarmey me ha hecho presente que el cura de Yauli don Juan Moraton (que bace un año está confinado en dicho parti– do, donde parece que lo destinó nuestro excelentísimo Protector al princi· pio de las novedades, para mayor seguridad de su persona) se halla en el dia con notables síntomas de locura, por lo que estimaré a usted que en ob– sequio de la humanidad y de un compañero, ponga de su parte las diligen· cias combenientes para que (entrelíneas: haga el Govierno) se traslade a Li· ma a verificar su curacion, y si puede verse con don Anselmo o algunos de sus paysanos que le escriban para que se desimpresione del tema que ha to· mado con que lo han abalear. Haga usted esta obra de caridad para que este infeliz no acabe de re- matarse.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx