La iglesia: la acción del clero
222 ARMANDO NIETO VELEZ S. J. :J57.-Pbro. Tiburcio de los Reyes. Don Tiburcio de los Reyes, Capellán sustituto del Hospital de Santa Ana en los términos más conformes a derecho ante Vuestra Señoría Ilus– trísima parezco y digo. Que deseoso de ver mi Patria libre de la opresión que con tanta tiranía intentaban destruirla el tirano, puse n ejecuc1on quantos medios fueron posibles a mis débiles fuerzas hasta llegar al es– tremo de confesar en público mi opinión sin temor de la muerte, por cuya causa padecí prisión en Casas Matas, después de los muchos insultos y tropelías con que me castigó la ferosidad de esos hombres irreligiosos e inmorales, y para la justificación de esta verdad como partes propias del ¡1&triotismo, necesito que se me reciva información de testigos que la jus– tifiquen y para que en parte de ella, que el Doctor Don José Manuel Hervás, Sacristán Mayor de la Parroquia de Santa Ana, Don Francisco Manrique Oficial de la Patria y Don Juan José Porras Notario de la Curia Eclesiástica informen lo que les conste sobre lo relacionado: y fecho se me declare Patriota, y se me den los documentos conducentes para su constancia, y por tanto A Vuestra Señoría Ilustrísima pido y suplico se sirva mandar hacer como llevo pedido pues es justicia que espero de la benignidad de Vuestra Señoría Ilustrísima. Tihurcio de los Reyes. (Al margen) Lima y Febrero 27 de 822. A la Junta de Purificación.- Echagüe.- Dr. Benavente. Lima y Marzo 13 de 1822.- Por recibido con el superior decreto marginal de la vuelta, como se pide.- (Tres rúbricas).- Cuéllar En cumplimiento del superior decreto, y del justo dever que merece 'un verdadero patriota digo: Que son notorios los padecimientos del pre· 1 sentante Don Tiburcio de los Reyes, a quien conosí en Casas matas lugar donde sepultaban a los criminosos insurgentes en tiempo de los tiranos; hallé en este individuo un amor grande a nuestro sistema, un entusiasmo generoso de rendir primero la vida por amor a su Patria, que ser esclavo del Antroprófago (sic) español, se mantuvo firme asta que nuestros ver– dugos sedieron a la razón, sino a la fuerza de nuestras invencibles bayo– netas, y a nuestros valerosos Livertadores a quienes <levemos nuestra exis· tencia. Es quanto puedo decir en obsequio de la verdad. Lima 15 de Marzo de 1822. 3'?. José Manuel de Herbas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx