La iglesia: la acción del clero

242 ARMANDO NIETO VELEZ S. J. Tengo el honor de pasar a manos de Vuestra Señoría el recurso pre· sentado ante esta Junta Eclesiástica de Purificación por el doctor don Lorenzo Robledo sobre calificar su patriotismo, para que en vista de él, si fuere de su agrado informe lo que tenga por conveniente. Dios guarde a Vuestra Señ01fa muchos años. Lima Febrero 5 de 1822. Felipe Cuéllar Señor Don Mariano Tramarria. Contestando al que Usted me remite con fecha 5 del corriente sobre que informe en el expediente presentado en esa Junta Eclesiástica de Puri· ficación por el Presbítero Doctor Don Lorenzo Robledo, lo que puedo decir en obsequio de la verdad es, que hacen muchos años que le conozco por ·un buen eclesiástico arreglado y de buena conducta; y en quanto a su comportamiento en orden a nuestra sagrada causa de la lndependen· cia, jamás le he tenido que notar lo menor; pero no por eso dejo, de conoser, que el citado Doctor Robledo es pudiente, por cuya cituación hallo por mucha razón pase a la Península, y en el sentro de su familia disfrute el caudal que le quede, después de descontarle la mitad, aplica· ble al Estado: que es quanto puedo informar. Lima y Febrero 9 de 1822. Mariano Tramarria Con ocas1on de haber comunicado con alguna frequencia e inmedia· ción al doctor don Lorenzo Robledo he obserhado de cerca su conducta política y moral conforme en todo a los sentimientos religiosos y cristianos de que debe estar poseído un Eclesiástico, que desempeña con exactitud los deveres del sacerdocio. Así es que ha merecido el concepto Público, y de las personas más sensatas del lugar, a que se ha hecho acrehedor por los principios liberales que en las circunstancias críticas de realizarse nuestra mspirada libertad, adoptó sin preocupación alguna, prestándose gustoso a jurar la independencia, erogar los cupos y contribuciones que le han impuesto, dando al Estado para sus urgencias una lámpara valiosa; y lo que es más siguiendo un régimen de vida absti·ahida y retirada, sin mesclarse en tertulias de sus paysanos, ha evitado la nota de facionario. Tal ha sido el comportamiento prudente y juicioso de este venemérito ecle·