La iglesia: la acción del clero
360 ARMANDO NIETO VELEZ S. J . 195.-Pbro. Fray Pedro de Zayas Carrillo O.M. Don Mariano Fermín Rodríguez, Coronel de las Milicias de Canta, y Jefe encargado de orden del Excelentísimo Señor San Martín del mando de una Partida veterana de guerrilla, etc.- Por cuanto hallándome sin capellán que celebre el sacrificio de la misa en los días de precepto, y necesitando para tan sagrado fin de un sacerdote que lo haga y que asi– mismo confiese y administre los demás auxilios sagrados a los enfermos y heridos que puedan haber. Por tanto, y residiendo en mí facultades para poder nombrar provisionalmente toda clase de oficiales (por particular gra· cia de Su Excelencia concedida a mí), teniendo en consideración los rele– vantes servicios del doctor Pedro Sayas, y su adhesión desidida por la justa causa que defendemos, estando como he visto corrientes todas sus licen– cias, he tenido a bien nomb1·arlo Capellán de la referida mi Partida mien– tras doy cuenta a la Superioridad para su aprovación. En cuya virtud mando lo hallan (sic), reconozcan y tengan por tal capellán; guardándole y haciéndole guardar los honores y preeminencias que como a tal le co– rresponden en virtud de este título que le será bastante. Fecho en Pun– chauca y Julio 13 de 1821. Mariano Fermín Rodríguez. Lima y Agosto 23 de 1822. Continúe en la clase de (ilegible) en que se halla. (Rúbrica). Guido. Honorable Ilustrísimo Señor General en Gefe; El Presbítero Pedro de Zallas, capellán de las Milicias de Canta y hagregado al Batallón n? 11 con el debido respeto parezco y digo: que haviendo servido desde el mes de Julio del año pasado a mérito y sin sueldo como lo acredita el adjunto nombramiento de capellán en las milicias de Canta, haciendo jurar la in· dependencia en todos los pueblos de aquel Partido, por especial encargo del Excelentísimo Señor Protector, sirviendo de secretario, curando a los enfermos con mis conocimientos y medicinándolos a mi costa; y por último haciéndoles ver a esos pueblos idiotas la libertad como es en sí, y la devida adhesión a las tropas de la Patria; por último ag1·egado por el Señor Co– ronel Don Román Deza al sobredicho Batallón del n? U exijo de la bon– dad de S.I.H. me dé el nombramiento de capellán efectivo pues en el Callao y aquí en Lima por espacio de dos meses é cumplido exactamente con los cargos que como a tal me compete. Por lo que
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