La iglesia: la acción del clero

68 ARMANDO NIETO VELBZ S• .T. Señores de la Junta de Purificación Eclesiástica. En cumplimiento del decreto de Vuestra Señoría de 9 del corriente lo que debo esponer es, que me es constante lo que se refiere en el recurso del doctor don José Morazani, pues su patriotismo y decidida adhesión a la justa causa de la Independencia es pública a quantos lo conocen y han tratado con él: de suerte que entre los beneméritos patriotas se ha singula– rizado y se ha hecho acreedor al aprecio de todos. Por lo que lo considero digno de la mayor estimación, pues ha practicado cuanto en el anterior in– forme se puntualiza para coadyubar a nuestra común libertad. Es quanto en obsequio a la verdad puedo y debo informar para que obre los efectos que más convengan al interesado doctor, Morazani. Lima y Abril 18 de 1822. El ciudadano Mariano Tramarria Señores Vocales de la Junta de Purificación. Para producir el informe que a solicitud del doctor don José Morasani y Suares, natural de esta Corte y Honorario del Ilustre Colegio de Abogados, de– cretado por Vuestra Señoría en 9 del corriente, lo que puedo exponer se redu– ce: que el concepto que ha adquirido este eclesiástico por los servicios que alega se hallan tan comprobados por los buenos patriotas que con gran com– placencia se recuerdan y dan nuebQ impulso a seguir su exemplo; no siendo de menor influencia sus palabras evangélicas que producidas con fervor y entuciasmo, aun antes del Siete de Septiembre resonaron en los suburbios, con tan vivos colores sobre la deseada libertad que por ellas debe c1·eerse se habrán alistado algunos vrabos soldados en las encantadoras vanderas de la Patria; testigo de todo lo es este vesindario y muy en particular el pueblo de los Chorrillos, en donde como alumno que era el que informa de la so– ciedad e:;tablecida en aquel territorio para aumentar nuestro partido y tras– ladar al Estado y Exército Libertador, los más útiles, le vi en muchas oca– siones después de arengar con energía, exasperarse por seguir a los indivi– duos que conducía al indicado destino, acongojándose su corazón y llegar al extremo de prorrumpir lágrimas. Me ha parecido debo sólo agregar esta recomendable sircunstancia, reproduciendo lo expuesto en los anteriores in– formes como hechos constantes y notol"ios. Lima y Abril 23 de 1822. Manuel de Zumaeta

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