La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

Felipe está vivamente expuesta en "Una moza de rompe y raja", con el personaje de la Lunareja, que ha servido, como otras, para la dramati– zación y aun para guión cinematográfico. Esta última está en la Cuarta Serie, lo mismo que la anterior del Cónsul inglés ; en tanto que "Garan– tido todo lino" pertenece a la Octava. Cuando suena el "Clarín de Canterac" estamos en la Pampa de Ju– nín. Con dos brochazos se pasa de la derrota a la victoria de los patrio– tas, con la figura central de Necochea y de los "Húsares del Perú", re– bautizados con el nombre de "Húsares de Junín". En cuanto al hombre del clarín -un realista- terminó de sacerdote en vez de ser fusilado, cuando fuera hecho prisionero al final de ese rápido combate de arma blanca que cantara Olmedo en su tan repetida Oda onomatopéyica. Al fondo del cuadro ya está Bolívar. A pesar de que Palma no guarda por Bolívar la profunda simpatía que le despiertan San Martín y otras figuras, la admiración por el hé– roe cede a cada paso a cualquier resistencia. Esta era debida a la posi– ción liberal de Palma que, al igual que en otros países bolivarianos, se enfrentó a lo que se consideraba el cesarismo del Libertador. En el Perú, los liberales estuvieron unidos a los conservadores centralistas limeños que vieron en Bolívar al destruidor de la corriente monárquica y de los intereses locales; así como podemos decir que los "señores" de provin– cias, los conservadores del Sur, por ejemplo, que tenían una abierta po– sición republicana y federalista, se tornaron mucho más empecinada– mente bolivarianos que los hombres del centro. Habría que leer los dos artículos de Luis Ulloa comentando la Historia del Perú Independiente de Nemesio Vargas, donde se afirma que en el Perú no hubo aversión a Bolívar, sino por el contrario popularidad en las clases que comunmente se llaman bajas, y oposición solo en los retrógrados y en los caudillos a quienes hacía sombra la figura del Libertador. La senteneia contra Berindoaga -motivo de ataque de muchos- fue firmada por Unanue. La formación de Bolivia era ajena entonces al Perú, pues pertenecía la región del Alto Perú al Virreynato de Buenos Aires; y más bien, cuando se busca la Confederación -10 años después- el grupo centralista se opone a ella en nombre de un nacionalismo curioso, frente a un Santa Cruz, héroe y mariscal peruano. La Constitución Vitalicia de Bolívar fue un medio de establecer un orden frente a la anarquía que se desbordaba y que se desbordó. Todo esto se desprende de la crítica analizadora de· la política peruana de Luis Ulloa en los artículos publicados _en Ilu~t~~~ió~ Peruana, de 1912. · , 1 ,., ! ,.;~,-1 ,.u Y volvemos a Palma. "La justicia de Bolívar", de la Cuarta Serie, nos lo presenta en Ancash, en la ciudad de Carás. Y al final la "goda' señora de Munar, a quien Bolívar reconoció el derecho de salvaguardar su honra exclamará: "Viva el Libertador! ¡Viva la Patria!" ... Todo ese momento de recuperación patriota de la ~ue es símbolo el grito anterior se exhibe en el "Origen de una industria', con la captación para el Perú del sector de Maynas, desde Moyobamba; hasta culminar en la batalla de Junín, cuyo episodio está vinculado a un "clarín", como en el poema de Olmedo: "Y el clarín de victoria// que en ecos mil discurre ensordecien- - 107-

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