La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

sión o un retroceso hacia el incario. Por ello creo que no es feliz la ex– presión "reconquista" - que he leído hace poco en un diario - para designar la independencia peruana. En la historia de España, la llama– da "reconquista", que se inicia en el siglo VIII, sí se interpreta como una vuelta a los valores perdidos con la invasión musulmana. Pero no es éste el caso nuestro. Otra comprobación de carácter general: la Independencia no nos fue impuesta contra nuestra voluntad. No nos independizan desde fuera. Basta ver los testimonios documentales ya publicados, y los que la Co– m1s1on Nacional está editando, para comprobar que la independencia brota de los peruanos y de todos los estamentos nacionales. Las fuerzas militares, las llamadas "corrientes libertadoras" del norte y del sur, coad– yuvan, colaboran eficacísimamente, pero no "inventan" la independen– cia. Por último, antes de entrar en materia, la Independencia no puede interpretarse con el esquema de la lucha de clases. No es "el pueblo pa– triota" que lucha contra "la nobleza y la burguesía realista". Hay rea– listas y patriotas en todos los grupos sociales y étnicos. Para contestar a la pregunta que quizás muchos de Uds. se están haciendo, acerca de cuál fue la actitud de la Iglesia en la emancipación, tendríamos que dividir la respuesta. Tendríamos que hablar no sola– mente del clero, sino de la jerarquía eclesiástica americana (obispos y arzobispos), y de la actitud de la Santa Sede frente a los sucesos de Amé– rica. Quizás esta división de la respuesta decepcione a alguno, pues el maestro - y el alumno - sienten el deseo de encontrar respuestas sim– ples, categóricas, tajantes, como: "La Iglesia se opuso terminantemente a la Independencia" o "La Iglesia fue del todo favorable a la Indepen– dencia". Por exigencia de verdad y honradez, hay que ver los hechos como fueron. En una revista extranjera leo lo siguiente: "En 1960 se publicó un libro titulado La Iglesia frente a la emancipación americana,. com,. puesto de dos ensayos escritos hace más de 90 años por los historiadores liberales Miguel Luis Amunátegui y Diego Barros Arana. Esta obra de– nuncia el papel regresivo que la Iglesia y el clero desempeñaron durante la lucha por la independencia de América. La publicación de este libro tuvo un propósito bien definido: con él se deseaba mostrar la orienta– ción antipopular y esencialmente reaccionaria que siempr-e ha tenido la participación del clero en las diversas esferas o procesos de la vida na– cional" (2). Afirmaciones categóricas, tajantes, pero que habría que con– frontar con los hechos históricos mismos. (2) Ramírez Necochea, Experiencias de la labor ideológica. "Problemas de la paz y del socialismo'', Bogotá, n~ 9, set. 1961, p. 70. - 111 -

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