La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

conviene subir a una elevada montaña. Es por ello que para mejor com– prender la campaña llevada a cabo por Bolívar en el Perú -tema de esta charla de hoy-, estimamos oportuno echar antes una ojeada a la empre– sa cumplida por San Martín en nuestra patria. Sólo en esta forma, sobre un mismo teatro de guerra y frente al mismo adversario, podremos apre– ciar debidamente las maneras de actuar de uno y otro generales. SAN MA!RTIN EN EL PERU ..."Como las posiciones de la Sierra que ocupa el enemigo las puede disputar palmo a palmo, y por otra parte, la terquedad de los españoles es bien conocida, creo que el modo de negociar la paz con ellos es llevarles la guerra a la misma España; por lo tanto, estoy resuelto... que las fragatas Prueba y Venganza ... salgan de ésta a principios de agosto con destino a Europa". "Si usted puede unir a estas fuerzas algunas de Chile, la expedi– ción tendría los mejores resultados. Contésteme sin perder mo– mento". SAN MARTIN a Bernardo O'Higgins (Santiago de Chile), Lima, 26 de junio de 1822 (dieciocho días antes de viajar a Guayaquil para entrevistarse con Bolívar). Llegué, vi, vencí, debió ser el informe que San Martín pudo remitir a O'Higgins, acaso a los seis meses de pisar suelo peruano. Es lo cierto que salió de Chile contando con fuerzas suficientes para lograr una pronta culminación de la empresa libertadora de nuestra patria, y no es menos cierto que el poder realista en el Perú pasaba entonces por gravísima cri– sis. Crisis múltiple: económica, política, moral. De haber procedido el general argentino con audacia y celeridad -como las operaciones pre– vias a Chacabuco-, el Perú habría conquistado su independencia en 1821, y no sólo a fines de 1824, con Bolívar, luego de pasar por las derro– tas y zozobras del año 23. Señalamos a continuación algunos de los he– chos en que basamos nuestra afirmación. Pero antes, en veloz desfile cinematográfico, veremos el desarrollo total de la acción de San Martín en nuestra patria, utilizando esquemas que hemos preparado (Son los mismos que, mejorados y en colores, se incluyen en la obra "Antología .de la In~el:'endencia del Perú", 1972, de la Comi~ión Nacional del Sesqui- 1centenano). Ni tantos, ni tan pocos Se hace mucho hincapié en que San Martín, en audaz alarde, "con menos de 5,000 soldados enfrenta a más de 20,000 aguerridos y gallardos peninsulares" que obedecen al virrey Pezuela. Aunque documentos de va– lor inobjetable asignan a los realistas cifra muy inferior a la antes expre– sada, aceptemos ese efectivo de tropas. Tengamos, sí, en cuenta que esa relación de fuerzas no representa, en ningún momento, cantidades cons– tantes. Para explicarnos mejor, recurramos a una analogía gráfica. Ima– ginemos, para ello, dos vasos comunicantes, sistema hidráulico constituí– do por recipientes unidos por un tubo inferior. Instalada sobre este tubo, una llave permite el paso del agua de uno a otro vaso. Pues bien, si su- - 134 -

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx