La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo
Trujillo. No sabemos si algún historiador haya enfatizado el carácter verdaderamente decisivo que para la independencia peruana representó la conversión de Trujillo en capital de la república. En ese cambio va la di– ferencia que media entre derrota y victoria. El abandono de Lima fue sal– vadora amputación de un miembro totalmente gangrenado. Tantas son las ventajas que Trujillo tiene sobre Lima, desde 1821, que asombra có– mo a lo largo de los treintidos meses que van de julio de 1821 a marzo de 1824, ningún gobernante tomara tan trascendental decisión. Con Lima ca– pital y las mayores fuerzas realistas en la cercana Jauja, los independien– tes vivían en la permanente angustia de contemplar sobre sus cabezas una espada suspendida de débil crin... Tras los murso de cuarteles y conven– tos, bajo el mismo techo hogareño, sentados alrededor de una mesa de café, entre los muchos genuflexos "besamanos" que frecuentan la casa de "los Pizarro" -que decía San Martín-, conviven estrechamente mezclados patriotas y realistas, resultando imposible, por ello, montar ninguna ope– ración militar, sin que los numerosos y diligentes espías trasmitiesen la noticia al virrey. No se olvide que las murallas de Lima cobijaban a nu– merosa población española, y también criollos, partidarios del manteni– miento de la situación colonial de nuestra patria. Y hay al,go más, suma– mente grave. El acantonamiento de las tropas independientes en una ciu– dad grande y con los placeres que ofrecía Lima, resultaba contrario a los más elementales principios de la disciplina. Ya lo decía un ilustre trata– dista militar, el primero en estudiar las campañas napoleónicas: "Es pre– ciso endurecer a los ejércitos con los ejercicios y_ los trabajos; no dejar– los holgar jamás en la molicie de las ciudades" (Jomini). Véanse las opi– niones coincidentes que al respecto expresaron Miller y Arenales (pág. 140), y Mitre (141, 142). Al declarar a Trujillo capital, Bolívar imita al Pizarro de la isla del Gallo. Los débiles, los indiferentes, permanecen en Lima. Quienes prefie– ren la lucha -"lágrimas, sudor y sangre"-, lo siguen al norte. Conver– tida en capital la ciudad norteña, ya Bolívar podrá disponer de libertad de acción, del suficiente espacio que le permita la seguridad: protección contra la información enemiga y la sorpresa estratégica. Así contará, ade– más -y esto es fundamental-, con poblaciones políticamente sanas, con provincias abundantes en recursos de todo género. "Replegando nosotros al norte aumentaremos nuestras fuerzas y nuestros recursos -masa de agua que retrocede, en busca del embate que impulsa con violencia hacia la playa-, en tanto que ellos (el enemigo) disminuyen sus tropas y sus medios", escribe Bolívar a La Mar, el 8 de febrero, desde Pativilca, al reci– bir las primeras noticias de la insurrección de Moyano. ( 2) Organización del ejército. Dispersos a lo largo de nuestra charla hemos mencionado diferentes aspectos relacionados con la organización de las fuerzas armadas en la región norte del país. Ahora tocaremos, ordenadamente, los principales asuntos que caracterizan la labor militar del Libertador. Estos elemen– tos son los siguientes: a) Unidad de mando; b) Comando en jefe; c) Tro– pas; d) Plan de operaciones; e) Movilidad; f) Recursos. (Por razón de brevedad omitiremos algunos de estos). - 159 -
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx