La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

2? Cubrir y asegurar las comunicaciones propias, amenazando a la vez las del enemigo" (Marmont). (Nos adelantaremos en decir que fue pre– cisamente la amenaza de la línea de comunicaciones de Canterac -ruta Jauja-Junín-Carhuamayo-Cerro-, por acción sorpresiva de Bolívar so– bre la retaguardia de este jefe, que obliga a las fuerzas realistas a eje– cutar un precipitado retroceso, para escapar angustiosamente por el cue– llo de la botella -Junín-. Es en esta situación de honda depresión de la moral realista que se libra la batalla). Comprende Bolívar que es peligroso penetrar demasiado profunda– mente en un territorio extenso, topográficamente difícil y fuertemente ocupado por el enemigo. Observemos este diagrama. Pero también sabe que lograda una victoria decisiva sobre Canterac en la región Cerro– Jauja, la independencia peruana estará asegurada. Acaso sin necesidad de empeñar otra batalla. Por ello, confiado en la elevada calidad de sus tropas, se lanza velozmente adelante -resorte comprimido puesto en libertad-, firmemente resuelto a ganar la guerra en la primera batalla. Dice el reputado crítico militar Jomini, ya conocido nuestro: "La guerra ofensiva de invasión obliga a veces a alargar demasiado la línea de ope– raciones ( itinerario Trujillo-Huaraz-Cerro-Huancayo-Huamanga-Cuzco), sobre todo en medio de obstáculos de todo género ( cordilleras, desola– das punas, quebradas profundas: Mantaro, Pampas, Pachachaca, Apurí– mac) favorables al defensor (realistas); pero en caso de éxito (Junín, Ayacucho), hiere al enemigo en el mismo corazón, y pone término a la campaña". Siguiendo tal precepto -lo haya leído o no el Libertador-, inspi– rado en la audacia, no debe sorprendernos que la campaña de 1824 sea realmente una auténtica blitzkrieg, una guerra relámpago. Nuestros dia– gramas son suficientemente claros y explícitos, señores profesores. Aunque escapara la infantería y artillería de Canterac a la batalla de aniquilamiento que buscaba Bolívar en Junín, la sola derrota de su caballería tiene ya decisiva trascendencia (20). "La derrota de Junín (20) A punto estuvo el Libertador de ganar la independencia peruana, probable– mente en Junín, probablemente el 7 de agosto, aniversario de su victoria de Boyacá, 7 de agosto de 1819. Escribe Santa Cruz, Jefe de Estado Mayor, el 7 de agosto, dando cuenta de la acción del día anterior: "El ejército liberta– dor, reunido en las cercanías del mineral (centro minero) de Paseo, em– prendió sus operaciones el 2 del corriente, a tiempo que el enemigo, erguido por sus anteriores sucesos (éxitos), dejó en los primeros días de este mes sus acantonamientos de Jauja y Tarma para buscarnos. "Mientras que el ejército español marchaba por el camino de Reyes (Re– yes, antiguo nombre del hoy pueblo de Junín; camino de Reyes, el que de Jauja pasa por Junín, Carhuamayo y Cerro, es decir, al este del lago de Ju– nín, o de Chinchaycocha, como antes se llamaba), el ejército unido (ejército libertador, formado por los ejércitos unidos del Perú y de Colombia) se mo– vía por la derecha del río Jauja (Mantaro), con el objeto de tomarlo por la espalda. En la segunda jornada, después de dejado las cercanías del mineral de Paseo, se recibieron los primeros partes de la marcha del enemigo, y no - 164 -

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx