La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

venís desde las bocas del Orinoco, de victoria en victori~, condu– ciendo el iris de la libertad, hasta sellar la total independencia del Nuevo Mundo. El nombre de Vuestra Excelencia es el más precioso tesoro que el presente siglo legará a los siglos venideros". Y San Martín, ¿expresó algo sobre su interlocutor de Guayaquil? En la intimidad de una carta dirigida a su viejo y entrañable amigo, Tomás Guido, su Ministro de Guerra en el Perú, le confía noblemente su pensamiento respecto del hombre que pone punto final al tricentenario capítulo de la historia colonial de todo un continente: "Los éxitos que yo he obtenido en la guerra de la independencia son bien subalternos en comparación de los que el general Bolívar ha prestado a la causa general de América" (Bruselas, 18 de diciem– bre de 1826). El ariete y la puerta Tal fue la obra de Bolívar, que él mismo resúmela cuando al retor– nar a la patria exclama ante una asamblea puesta de pie para escucharle: "En cinco años de ausencia el mundo americano ha dejado de ser espa– ñol". Los peruanos debemos eterno reconocimiento al genio venezolano que nos dio libertad y patria en los campos de La Quinua. Pero no debe ser menor nuestra gratitud a la memoria de los Viscardo, Túpac Amaru, hermanos Angulo, Micaela Bastidas, Zela y Melgar, que con su prédica, unos, y su sangre generosa, otros, prepararon la simiente que fructificó! con Bolívar, Sucre, La Mar, Castilla y cientos y cientos de anónimos sol– dados peruanos, en Junín y en Ayacucho. Pensemos que no es el último golpe del pesado ariete, ese solo golpe, el que derriba la sólida puerta de la fortaleza enemiga. Ttmbién contri– buyen a debilitarla, desarticulando sus piezas y preparando su caída fi– nal, los primeros golpes, generalmente los más peligrosos, nunca tan es– pectaculares como el último, siempre sin premio inmediato... Alicia Al comenzar esta charla, decíamos que el consejo de Alicia se refe– ría a dos cosas: las figuritas y el diálogo. Como ya hemos terminado con el último diagrama, es hora de iniciar la segunda parte del consejo de la inteligente chiquilla. Al diálogo están pues ustedes invitados, esti– madas señoras profesoras, estimados señores profesores. * * * Acto seguido se desarrolló muy animado diálogo, que trató sobre los siguientes tópicos: 1) ¿ Cuál es la responsa"qilidad personal de Bolí– var en la entrega del precursor Miranda a los españoles? 2) ¿Cuál es la verdad: Riva Agüero, prócer de nuestra independencia o traidor a lapa- - 171 -

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