La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo
Viscardo afirma que la libertad es un don que tiene el hombre y que le pertenece en el mismo grado de la razón, tanto, que forma con ella la esencia de la humanidad. Ya Espinoza en su célebre Tratado Político, había sostenido que el fin último del Estado no consiste en dominar al hombre sino en prote– ger realmente la libertad. Tesis que coincide con la afirmación de Vis– cardo cuando dice: "un pueblo a quien se le despojase de la libertad personal. .. se hallaría en estado de esclavitud". Viscardo escribe que el absolutismo de la Corte Española, que pre– tende "una ciega obediencia a sus leyes arbitrarias" es una doctrina que califica de funesta y que se ha implantado contra "toda la historia de España" cuyos usos y costumbres fueron el ser una población esencial– mente libre. Con pruebas que extrae de la misma vida española demues– tra la ilegitimidad del régimen absolutista, que sólo puede mantenerse en la ignorancia de los derechos naturales que el hombre posee. Es interesante observar, que José Baquíjano y Carrillo en su Elogio del Virrey Jáuregui, se había atrevido a decir, que "el bien mismo deja de serlo si se establece y funda contra el voto de la opinión pública". Viscardo llega a sostener con su capacidad dialéctica, que "el noble espíritu de libertad" de los españoles "debieron la energía que les hizo acabar grandes empresas", por eso pudo ser una Nación p:r;óspera y de conquistadores; añade, como "se observa hoy en Inglaterra y Holanda". Cuando España abandonó este camino, el de la libertad, su decadencia se hizo rápida. "Esto prueba bastante que el poder absoluto, al que se junta siempre el arbitrario, es la ruina de los estados". Su conclusión es que ha llegado el momento de "la sabia libertad" a la que califica como "don precioso del cielo". Los fundamentos filosóficos de Viscardo y Guzmán provienen de múltiples fuentes, que es de interés analizar, aunque con brevedad. Para el Padre Rubén Vargas Ugarte, se basan en la soberanía popu– lar y en el sano y legítimo amor por la justicia y la libertad. En las notas números 7 y 20 de su edición de "La Carta" realiza cotejo de mucho in– terés con la doctrina de Santo Tomás. Manuel Jiménez Fernández, que ha estudiado detenidamente el origen de las doctrinas populistas en la independencia americana, sostiene que Viscardo se halla influenciado por la doctrina escolástica de matices populistas. Jerónimo Alvarado adopta una posición divergente. Cree que Visear– do no pudo formar su ideología en "la grisácea filosofía escolástica", sino en los enciclopedistas y se detiene en demostrar la influencia de Jef– ferson, comparando textos de ambos; anotando la presencia del pensa– miento político de la filosofía republicana de Locke. -38-
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