La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo
"manchado para todos los siglos" <la historia lo considerará el más fir– me pedestal de su gloria)_, calificándolo de sujeto sumiso (él, que ~e rebelde por temperamento_y convicción), manejado por un desconocido "vil consejero que juzgo lo arrastra con palabras y expresiones dul_ces a su precipicio" (él que acaudilló y ascendió a las cimas). El astuto y sim– plista reproche del Visitador, lleva la intención de restarle méritos per– sonales y ponerlo en una condición de simple instrumento, con oculto sarcasmo. Como conclusión le aconsejó rendirse de manera incondicional (él aumentará su rebeldía) y en algo amortiguar su inevitable desastre (él tendrá aquí un futuro de gloria). La posición táctica del caudillo está ratificada mediante comunicacio– nes a las autoridades civiles y eclesiásticas. En todas ellas el jefe rebelde enuncia su respeto a la monarquía y a la iglesia, aunque paralelamente critica el mal gobierno que combate en forma violenta, ayudado por su esposa doña Micaela Bastidas, por su lugarteniente Diego Cristobal y un distinguido grupo de capitanes, habiendo desencadenado una de las más grandes rebeliones populares que hayan sacudido el continente ameri– cano en todos los tiempos. Esta diferencia entre sus escritos y sus accio– nes, exasperaba a las autoridades virreinales hasta lo increíble. Es carac– terística desde el comienzo de su levantamiento, afirmar que tenía real cédula para ejecutar al corregidor Arriaga. En los bandos a los pobladores del Cusco y sus provincias, de Puno y Arequipa, adopta una línea impre– cisa para evitar la unificación de sus enemigos. Al compás de una adhe– sión tibia al Monarca y a la Iglesia, enuncia un repudio vigoroso a las autoridades que cumplen con los mandatos reales. Cuando decreta la li– bertad de los esclavos, desde el anexo llamado "Santuario del Señor de Tungasuca" (16-XI-1780) se descubre su esencia revolucionaria con esta "socialización de los medios de producción" de nuestro país que el es– clavo representó. Su victoria contra el ejército de los Corregidores en Lampa y Azángaro, la obtuvo de manera psicológica, gracias al pánico que despertaban sus cartas, enviadas con precisión indirecta, a personas particulares que las difundían. Asimismo durante el sitio del Cusco, la correspondencia de Túpac Amaro tiene la intención de ablandar la re– sistencia de sus defensores y crear el desconcierto. Desde marzo de 1781 se incrementa su encubierto separatismo. Su tendencia revolucionaria se va patentizando progresivamente. Una proclama, reconocida por doña Micaela Bastidas como proveniente de un indio de Marcapata (cuyo texto en inglés encontré en el Public Record Office de Londres), fue negada por el caudillo, quien sin embargo con– fiesa saber que le fue leída a su esposa. En ella sólo expresa ya una dé– bil y simbólica relación con la Corona española a través de la religión y del pago de los tributos. Su texto constituye un argumento reivindicato– rio de su derecho a gobernar el antiguo territorio del Imperio de los In– cas, legítimos antepasados suyos. En este Bando se autotitula "José I". (Repárese en que no se autotitula Túpac Amaro II). Aquí sostiene enfáti– co ser el supremo gobernante de territorios suramericanos que represen– tan la primitiva extensión del virreinato peruano antes de las secciones de Nueva Granada (1739) y de Buenos Aires (1776). Eso descubre su clara intención reivindicatoria territorial frente a las recientes amputaciones -44-
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