La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

Lo más importante, no obstante, sigue siendo el cuadro general, la interpretación, el enfoque, el planteamiento integral que se haga del tema. A eso dedicaremos las reflexiones finales. El Perú y la Independencia hispanoamericana La revolución de la independencia hispanoamericana es un fenómeno continental, unitario, porque a pesar de la deliberada desarticulación de las jurisdicciones virreinales y audienciales, celosamente mantenida por la corona española, ellas siguen un común proceso de transculturación y un proceso de formación nacional, simultáneo, con conexiones espontá– neas e inevitables y con leves diferencias locales y regionales. Los factores externos inciden con más o menos énfasis, con mayor o menor rapidez, en uno u otro punto del continente, pero las grandes coyunturas favora– bles repercuten en todos los Virreinatos, Audiencias y Gobernaciones, remecen todo ef continente americano con leves variaciones de matices. Hay, sin embargo, una innegable peculiaridad peruana dentro de estt proceso americano. Su desconocimiento o incomprensión ha determinado una historiografía diríamos, acaso ex!agerando, antiperuana, de enfática exaltación de los pequeños nacionalismos nacientes y de una incomplet.. y adversa comprensión del papel que entonces nos cupo. El aporte peruano fue importante, heroico, constante. Pero, además fue de los primeros en el tiempo, de los más hondos en trascendencia, de los más va·stos en resonancia. La convergencia de las corrientes liberta– doras del norte y del sur en el territorio peruano no disminuye en abso– luto la importancia de ese aporte; tal convergencia estaba exigida por la naturaleza misma de las cosas, por las peculiaridades geográficas, por el verdadero interés de todos; era una imperiosa necesidad. Corno tampoco lo disminuye, ni nuestro caso excepcional de no haber formado, en su momento, una Junta autónoma, ni la ausencia, entre nosotros, de una fi– gura prócer de indiscutida primacía. Frente a esos hechos hay otros que completan el panorama y la verdadera posición del Perú en la Indepen dencia: A) Los primeros levantamientos y rebeliones de dimensión conti nental son peruanos: es el caso de la rebelión de Túpac Amaru, cuya verdadera importancia americana ahora se exalta justicierarnente; B) El primer planteamiento hispanoamericano nítidamente separa tista es el de Juan Pablo Viscardo y Guzmán, otro peruano. En este tem: la tarea reivindicadora no ha concluido. No se conocen aún todos los pa– peles que Viscardo dejó y que pasaron a Miranda a través del Ministro de los EE.UU . en Londres, Rufus King. Poco y disperso es lo publicado ce rno propiamente de Viscardo en el conjunto de los 23 o más tomos que hasta ahora comprende la colección llamada "Archivo de Miranda"; pero entre los manuscritos aún no impresos, sin duda debe de quedar mucho que procede del archivo de Viscardo. A partir de 1953 sabemos, además, que el planteamiento separatista de Viscardo no arranca de 1791, fecha -59-

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