La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo
vales, reconcentradas en aquel punto, además en la línea había una corbe– ta, dos bergantines, dos goletas de guerra, tres grandes buques mercan– tes; la otra línea estaba constituída por veinte lanchas cañoneras. Ambas líneas caían bajo la protección de la artillería de los fuertes chalacos. Exis– tía una estacada flotante compuesta de perchas de madera y gruesas cadenas de hierro, que rodeando todos los buques, impedía la aproxima– ción de cualquier enemigo, salvo por una abertura pequeña, la cual que– daba hacia la parte del norte para la entrada de los neutrales. Tal era la boca por donde pretendía entrar Cochrane y capturar la Esmeralda y cuantos otros buques más pudiese. Fue un plan que acogieron entusiastas las tripulaciones, de las cuales escogió doscientos cuarenta hombres. El l'? de Noviembre de 1820, dirigió Cochrane a los Comandantes de la O'Higgins, Araucano, Independencia y Lautaro sus instrucciones: los bo– tes y chalupas avanzarían en dos líneas paralelas; una línea la manda– ría Guise y la otra Crosbie. Todos los botes irían bajo la dirección inme– diata de Cochrane; los Oficiales y soldados debían llevar chaqueta blanca e ir armados de pistolas, sables, puñales o picas; cada bote debía tener hachas afiladas que los guardas cargarían a la cintura; el objetivo princi– pal era la fragata Esmeralda y todas las fuerzas debían atacarla. Esto era lo principal de las instrucciones, a las que se agregaba cómo debían ser atacados los bergantines de guerra por los Tenientes Smond y Mor– gell. En la noche del 4 de Noviembre, los botes desatracaron de la O'Hig– gins, y se ejercitaron en la oscuridad para la función de guerra de la no– che siguiente. La empresa fue llevada a cabo el S de Noviembre de 1820. Véamos cómo la narra Rosendo Melo: "En la tarde salieron los buques mar afuera a cargo del Capitán Foster, quedando sola en San Lorenzo la Capitana, a cuyo costado se habfan reunido catorce botes y 180 hombres armados de machetes y pistolas. En la noche salieron esos botes sobre el Callao, divi– didos en dos grupos, uno al mando de Guise y el otro al de Crosbie y todos al mando del Lord. A las doce llegaron justamente a una abertura que de– jaban las berlingas encadenadas unas contra otras, que encerraban a la vez a las naves de guerra y a catorce lanchas cañoneras que rondabap a su alrededor, en previsión de los peligros que pudieran amenazarlas. Una de ellas sorprendió a los excursionistas, pero tan próximo que hubo de acatar el silencio que le impusieron. La fragata fue embestida y abordada por varias partes a la vez y pronto el machete inutilizaba a sus tripulantes,, que cedían la cubierta a los asaltantes, como lo hicieron con O'Brien, al frente de Valparaíso. En ese momento la vigilancia a bordo de la fragata era menor, porque habiéndose visto en la tarde salir de la bahía a los bu– ques enemigos, no se temía ningún asedio esa nocde. En la Cámara juga– ban las cartas Coig, Bañuelos Comandante del Pezuela y Madroño, que mandaba el Maypú. Al subir la escala de estribor Cochrane, el centinela del portalón le dió un culatazo en el pecho que lo hizo caer al bote sobre un tolete, que se le incrustró en la espalda, haciéndole una herida bastan– te profunda. Subió de nuevo y avanzó hacia el palo mayor, al cual llegaba por el lado opuesto Guise. Los •dos rivales estaban emocionados y espon– táneamente se estrecharon la mano. -"Milord! dijo Guise dirigiéndose a proa. - 84-
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