La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo

cales; de la Rebelión de Antequera en el Paraguay y de los sucesos de Cochabamba, motivos de grave preocupación para el Virrey, están re– flejados en tres tradiciones de la época: "Mosquita Muerta", "Pepe Ban– dos" y "Capricho de Limeña". En "Mosquita Muerta", perteneciente a la Cuarta Serie de las Tra– diciones Peruanas, de 1877, se aprecia, a través de una literatura mural, un enfrentamiento entre el gobernante y el pueblo. El virreinato de Cas– telfuerte -hombre oscilante entre una diplomática conciliación de in– tereses y una severa y terca mano de ejecutante implacable- queda marcado a través de aquellas inscripciones que, reales o supuestas, apa– recen en tres tiempos en aquella tradición; ''Aquí se amansan leones".– ''Cuando los cogen cachorros"; "Este camero no topa".- "A su tiempo topará"; y "Este gallo ya no canta// se le secó la garganta":- "Pacien– cia, ya cantará // y a muchos les pesará". . . Si bien en gobiernos como en el de La Palata o en el de Alba de Liste hubo distrurbios entre la auto– ridad política y los religiosos o la Real Audiencia, o bochinches circuns– tanciales, en el de Armendáriz hay manifesto descontento popular y la cabal expresión de insurgimiento con la citada rebelión de Antequera, su derrota y posterior ejecución en Lima, donde el pueblo -que había tomado a aquél por su primer héroe americano, trata de impedir su muer– te y las fuerzas virreinales tienen que cargar contra la población semi– alzada. Esta atmósfera cargada de interiores resistencias contra el vi– rrey- a quien se enderezan duros epítetos en las coplas pasquinescas y en el poema satírico "El sueño"- se percibe en la otra tradición men– cionada "Pepe Bandos", donde se hace una historia del gobierno de Cas– telfuerte, culminando con la sedición en Cochabamba del platero Alejo Calatayud, quien fue a la horca con cincuenta de sus compañeros, al de– cir de esta "tradición", que Palma publicara en su Segunda Serie -su– perado el plan romántico de la primera- en 1874. Los "bandos" que hacen célebre a Castelfuerte le servirán a Palma para una crítica a la pu– blicación de edictos o disposiciones que no se cumplen -o cumplían– por las autoridades republicanas. El tercero caso vinculado a esta época, "Capricho de limeña", -tí– pica tradición palmista de la Tercera Serie- nos presenta entre otras dificultades del gobierno de Armendáriz, el de cumplir el derecho de asi– lo, que tenían como fuero determinadas casas de familias nobilia_rias de España. En época inquieta, como la de Armendáriz, el buscar refugio, al am_paro de un derecho tal~ resultaría caso frecuente y esta tradición es un ejemplo de ello. Pero, también, del atropello indirecto por el Virrey de tal fuero, que hace recordar a Palma el incumplimiento de los dere– chos individuales de la Constitución por los gobiernos fuertes; y cita el caso de uno -posiblemente en tiempos de Castilla-, cuando ante la protesta del ciudadano que se opone al registro de su casa, a altas horas de la noche, el "esbirro" contestará: -"Constitución y ¿a estas horas? ¡Que lo amarren al señor!". . . ( 1) (1) NOTA. Se señala la Serie a que pertenece cada tradición para un planteamien– to del estilo o carácter que puede acompañar cada una de las épocas de pu– blicación. -95-

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