La independencia nacional conferencias dictadas por encargo de la cnsip segundo ciclo
Palma recoge mayormente de El drama de los palanganas, las diatribas contra Amat y La Micaela, pero también de diferentes documentos y aun de citas populares, como aquélla que inserta en la tradición. "De es– ta capa nadie escapa": "Juh! Juh! Juh!//Ya se te acabó el Perú" ... que el Virrey, a la manera del de Castelfuerte, contesta con: "Jih! Jih! Jih!// Cinco millones me llevo de aquí". Es en ''Rudamente, Pulidamente, Ma– ñosamente de la Segunda Serie de las Tradiciones Peruanas, donde en– contramos el perfil del gobierno .de Amat; y como motivo central el amo– tinamiento de la tripulación de navíos en el Callao, al grito de "¡Viva el Rey y muera su mal gobierno!" y la muerte de los oficiales cabecillas; y también, en esta larga encadenación de hechos, el ahorcamiento de oficiales y soldados acusados de robo, junto con sus queridas y mancebas. En "Genialidades de la Perricholi", de la Sexta Serie, se ve más deteni– damente a ésta. sus vinculaciones con Amat y la expulsión de los jesui– tas, pero también y muy despaciosamente el problema de la defrauda– ción del Tesoro Público por Amat y las funestas consecuencias para la economía del Virreinato. En la tradición "Los argumentos del Corregidor" nos hallamos en los prolegómenos de la Revolución de Túpac Amaru. La tarea "imposi– tiva" de José Antonio Areche enviado especial por Carlos III para una política fiscal, surge entre la pícara intención de Palma. "Parece que una mañana se levantó Carlos III con humor de suegra", comienza diciéndo– nos en esa tradición de la Tercera Serie. Poniéndose en presente, Palma se refiere a un municipio de su tiempo que estableció contribuciones has– ta por los perros. También habla de la persecución realizada por Are– che contra los malos funcionarios defraudadores, pero de la que él mis– mo no salió muy limpiamente, -como suele suceder, sería la morale– ja- al señalar Palma que el Rey lo destituyó, le confiscó su hacienda y lo condenó a vivir en Madrid. En "El Resucitado" Palma da otra varian– te del Visitador Areche: "la verdadera misión del enviado regio, era la de exprimir la naranja hasta dejarla sin jugo. Areche elevó la contribu– ción de indígenas a un millón de pesos; creó la junta de diezmos; los estancos y alcabalas dieron pingües rendimientos; abrumó de impuestos y socaliñas a los comerciantes y mineros, y tanto ajustó la cuerda que en Huaraz, Lambayeque, Huánuco, Pasco,,,Huancavelica, Moquegua y otros lugares estallaron sendos desórdenes . Allí aparece el problema de los aduaneros. La leyenda dice que en Arequipa los chicos mataron en sus juegos a uno que hacía de aduanero. En el Cusco se produjo un pre– levantamiento que llevó al cadalso a don Lorenzo Farfán y otros. La re– volución de Túpac Amaru se presenta allí como lógica consecuencia. Encadenaríamos aquellas tradiciones con "El Corregidor de Tinta", que produjera en sus primeros tiempos Palma -2da. Serie- donde te– nemos el ajusticiamiento del Corregidor Antonio de Arriaga, en Tinta, por orden de José Gabriel Túpac Amaru, Cacique de la región, quien se pro– clama Inca del "Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires :y Continente de los Mares del Sur", según lo que se pone en boca del pregonero en el relato. La acción rebelde de Túpac Amaru se cruza en la tradición con la -97-
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