La Marina, 1780-1822

266 CAP. DE NAVIO JULIO J. ELIAS bie con un grupo armado, violentara la puerta de la casa en la cual estaban depositadas. Vtra. Señoría sacó de la bahía de Bocanegra la lancha pilo– to Mercedes, que había anclado voluntariamente allí 17 horas después de que el capitán había entregado sus registros y otros papeles al Gobierno, colocándola bajo su protección y tratando con indiferencia las órdenes dadas sobre este particular. Vtra. Señoría dio pasaporte a los prisioneros de la Lord Lyndock, a cambio de la despreciable aceptación del dínero que le pagaron. Vtra. Señoría tomó posesión de la propiedad particular a bordo del Laura, y la correspondencia que trajo de Chile. Vtra. Señoría ha depuesto varios capitanes sin observar las formas prescritas por los artículos de guerra, sustituyendo a los meritorios oficiales por otros que eran inadecuados y que no tenían otra recomendación que la de ser totalmente fieles a vuestro punto de vista. Vtra. Señoría ha sido el autor y promotor de la insubor– dinación en la escuadra, por cuya influencia también ha sido aumentada conforme lo prueban las copias de cartas que he transmitido al Gobierno de Chile, las cuales desgraciadamente para S.S. nos informaron oportunamente de todas sus intenciones. Vtra. Señoría se ha apoderado del dinero de propiedad del Gobierno, que excede en el doble a la deuda de la escuadra, y a pesar de todo, no ha devuelto el dinero de los particulares, ex– poníendo a muchos a la casi total ruina de sus fortunas eviden– ciando con eso su mala fe ya que de otro modo S.S. debió haber devuelto el sobrante siendo sólo el pretexto para su captura lo que se les debe a las tripulaciones. Vtra. Señoría estaba en comu– nícación con el enemigo cuando éste estuvo en posesión de las Fortalezas del Callao, emitiendo pasaportes contra pagos de di– nero a oficiales y particulares en un lugar sitiado por el Ejér– cito Unído, y proponiendo al Gral. La Mar (el gobernador espa– ñol) su rendíción a la escuadra bajo condíciones y garantías, siendo esta proposición un crimen y con la conocida intención de Vtra. Señoría de colocar el Perú bajo contribución al tomar posesión particular de un puerto, de donde nace el impulso que da vida para alentar al comercio y la industria del país. Vtra. Señoría ha sido lo bastante bajo de informar al ene– migo de su oposición a los puntos de vista del Gobierno, expo– níendo a una catástrofe el destino general, que hubiera ocurrido

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