La Marina, 1780-1822
LA MARINA 279 teniendo una monarquía constitucional, puede alterarlos y ahora se convierte en una interrogación qué curso seguirá el Almiran– te, ya que me parece que el Protector no tiene duda de que el Gobierno chileno ha obligado a Lord Cochrane renunciar su mando. El Contralmirante Blanco, que fue enviado de Chile, izó su insignia a bordo de la Limeña (anteriormente Thais) con el Ca– pitán Carter, el 23 del corriente como Comandante en Jefe de la Escuadra Peruana. El Comodoro Guise y el Capitán Young han renunciado a sus mandos, así como el Capitán Spry quien cumplía el cargo de Capitán de Puerto del Callao, y es evidente que el Gobierno del Protector está haciendo todo lo posible pa– ra que los ingleses abandonen el servicio. Los marinos británi– cos que dejaron a Lord Cochrane están en tierra sin recibir nin– guna paga, y muchos se encuentran en situación lamentable. Casi todos los cargamentos ingleses mencionados en mis cartas anteriores, han sido descargados, y no dudo que nuestros comerciantes especularán demasiado libremente, ya que por al– gunos meses por venir habrá una considerable demanda de ma– nufacturas. La plata piña está viniendo nuevamente de las mi– nas, pero está prohibida su exportación, pues continúa la amo– nedación y permite utilidades para las importaciones. Probable– mente considere el Protector el producto de las minas como artículo de comercio, no habiendo otro que explotar, pero guar– do mucho temor que por la avaricia de los que lo rodean impe– dirán al Gobierno y a los intereses mercantiles sacar todas las ventajas posibles. Al momento las oficinas de Aduana son muy estrictas y muchas de nuestras naves han tenido dificultades, pero en conjunto el aliento al comercio está bastante adelantado. A: Tengo el honor de ser, Señor, Su más obediente y humilde servidor J.W. Croker Almirantazgo . Londres Confidencial N? 110 T. M. Hardy Comodoro
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