La Marina, 1780-1822

316 (Doc. 153] CAP. DE NAVIO JULIO J. ELIAS [DE BROWN A COMANDANTE EN JEFE DE LAS FUERZAS ESPA:&OLAS] H.M.S. Tartar. Callao, 22 enero 1824 Señor: Previamente al ingreso de las fuerzas españolas bajo su man– do a la ciudad de Lima, debo solicitarle que Ud. tenga la bondad de informarme, o al Capitán Comandante del barco de Su Ma– jestad Británica en este puerto, si son sus intenciones permitir a los comerciantes británicos que dispongan libremente de sus mer– caderías sin ser molestados, privilegio que hasta ahora ha sido concedido a los súbditos de todas las potencias neutrales en amistad con la parte ocupante del lugar en el cual residen y es con– secuente con los acuerdos aprobados por los gobiernos de Espa– ña y de Gran Bretaña. Si fuera su intención actuar en oposición a estos principios, espero que Ud. lo hará con la nobleza y honor que caracteriza a la nación española otorgando a los comerciantes británicos el tiempo suficiente para retirar sus personas y mercaderías y evitar así que surja cualquier mal entendimiento entre las dos naciones, ya que estoy feliz de observar la más amigable disposi– ción mutua, que ambas recíprocamente se manifiestan. Gran Bretaña no tiene deseo que sus súbditos interfieran o se mezclen en las disputas de otras potencias, y sólo anhela que se respeten los derechos comunes de las naves neutrales, tales como el de permitir el comercio con seguridad en los diferentes puertos y lugares consecuente con las leyes internacionales, y en estric– ta conformidad con las reglas del Gobierno Eejcutivo del lugar, y en el caso de que fuera conveniente que se retiraran deberá permitírseles dejar su residencia libremente y sin molestias y no ser afectados por cualquier cambio que tenga lugar cuando la parte gobernante no se sienta inclinada a concederles aquellos privilegios de carácter amistoso y neutral, protección que es esen– cial para su bienestar e independencia. Me permito incluir para la información de Su Ex~elencia ei extracto de la copia de una carta transmitida por un respetable comerciante británico, exhibiendo los principios de un solem– ne acto aprobado por el Gobierno español y la Nación británi– ca para la seguridad de la propiedad inglesa y también me permito llamar la atención de Su Excelencia sobre las estipula-